Sindicales

3/4/2003|795

Los métodos piqueteros

Alrededor de 500 docentes y preceptores se movilizaron a los actos públicos en Escobar, para rechazar las condiciones en que éstos se realizaron.


Entre el 6 y 7 de marzo se presentaron 500 impugnaciones a la confección de los listados y a la maniobra política del gobierno de Solá de presentar justamente en este año electoral las titularizaciones para media y polimodal, como una “fuente de estabilidad laboral”, ocultando que esto significa en realidad el reparto de la miseria (un profesor con 30 horas no puede vivir), con un salario cada vez más rebajado.


Los docentes contaron con el apoyo parcial de la conducción de Suteba Escobar, ya que los oficialistas azules y blancos (Pcr-Ccc) bajaron la línea de que los actos públicos debían hacerse –por estar contemplados en el estatuto– y fueron aún más lejos, no sólo dejando a los docentes librados a su suerte sino, además, acusando de patoteros y violentos a los maestros y profesores que junto a compañeros de la Directiva perteneciente a la Lista Rosa dieron la lucha por impugnar los actos y plantear una salida.


Cuando la tendencia de los docentes era mayoritariamente la suspensión y los funcionarios de la Secretaría de Inspección se apoyaban en la presencia de la policía para seguir adelante –con lo que podía transformarse hasta en enfrentamiento físico entre docentes–, la Secretaría General del Suteba –Azul y Blanca– le hacía de comparsa defendiendo los intereses de la DGE, acorde con la política de tregua con el gobierno y de realineamiento con la Celeste que viene llevando adelante esta agrupación desde hace largo tiempo.


El grueso de los presentes (en los dos actos) abucheó su presencia y su intervención y provocó con aplausos y gritos de “¡Suspensión, suspensión!” que después de dos horas los actos quedaran sin efecto.


Como dijo un docente: “Que nos acusen de piqueteros… nosotros estamos defendiendo nuestro derecho a trabajar”.


El planteo que suscribimos desde Tribuna Docente fue: impugnación y suspensión de los actos públicos hasta que el gobierno garantice condiciones “equitativas” en los nombramientos.


Exigir: creación de escuelas y cursos; 25 alumnos por grado; un preceptor por curso; aumento salarial acorde a la canasta familiar.


No a la maniobra de Duhalde-Solá, el reparto de las horas de trabajo debe respetar el salario no achicado.