Sindicales
24/2/2005|888
Los obreros del Urquiza por aumentos de salarios
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La empresa Metrovías se ha empeñado en ardides para mantener a sus empleados con bajos salarios. Tiene a parte de su personal tercerizado, incluso en empresas que pertenecen al mismo Roggio, para dibujar gastos y pedir subsidios al Estado, como es el caso de Taym en los subtes. En la línea del Ferrocarril Urquiza ocurre otro tanto, ya que los trabajadores de seguridad son contratados por la tercerizada Fiel, que cada tanto los obliga a renunciar y se cambia el nombre para volverlos a contratar sin antigüedad y así no tener que pagarles salarios mayores, y no vuelve a contratar a los trabajadores más combativos. Los obreros de limpieza del Urquiza también pertenecen a Taym.
Se repite en el Urquiza el mal estado de las formaciones, que tienen las ruedas gastadas; además, las vías están fisuradas y son arregladas precariamente. Los trenes reducen la velocidad para no descarrilar, como pasó hace pocos meses entre las estaciones de Rubén Darío y Ejército de los Andes. Incluso la empresa no contrata todo el personal necesario, no hay más que un guarda y un maquinista en cada formación, lo que aumenta los riesgos que corren los usuarios y los mismos trabajadores. Tampoco funcionan todas las boleterías ni hay inspectores de boletos en todas las estaciones. La falta de personal aumenta la superexplotación de los que están trabajando.
Siguiendo la lucha de los subterráneos, los trabajadores del Urquiza salieron al paro el lunes pasado por el aumento de salario. El gobierno dictó la conciliación obligatoria en defensa de los intereses de la patronal. El jueves 17/2 tenían convocada la asamblea general en la estación Lynch, pero recién fue llamada por el sindicato para el viernes.
La empresa ofertó el pago de una deuda que tenía con los trabajadores, de un aumento anterior del básico (no les pagaba los proporcionales en tickets ni del aguinaldo). Fue firmado en el Ministerio de Trabajo sin consultar con la asamblea previamente. Por otro lado, en la asamblea, el sindicato puso a votación los 250 pesos por única vez, y la empresa está a la espera de tirar con eso y no dar el aumento general.
Los trabajadores comentan que lo que pasa en el tren es “gracias a la lucha de subterráneos”. La asamblea general estuvo agitada porque un sector importante de obreros no quería aceptar sin nada firmado; por otro lado, la asamblea de uno de los turnos, a la que históricamente concurrían cinco o seis trabajadores, fue multitudinaria. La del otro turno tuvo pleno presentismo.
Muchos compañeros reclaman un plan de lucha que imponga el reclamo de todos los trabajadores del ferrocarril. Habría que extender la lucha a los demás ramales, así como también lograr que se reconozca a los obreros de las tercerizadas y obligar a la empresa Metrovías a aceptarlos bajo convenio ferroviario.