El 16 y 17 de octubre, los hipermercados Easy despidieron 500 trabajadores en todo el país, en su mayoría fuera de convenio, algunos de ellos jefes de sección. La patronal actuó a horas de que Kristina pidiera a los empresarios… que no se produjeran despidos.

La respuesta de los trabajadores no se hizo esperar: asambleas seguidas de paros activos hicieron que la empresa reviera la medida el mismo viernes, y que hasta interviniera la Presidenta para convocar a una reunión con el ministro de Trabajo, Tomada, para el lunes 20. Las acciones de los trabajadores durante el viernes 17, en muchos casos contra la voluntad de la burocracia sindical, fueron masivas y dejaron una experiencia de lucha que contribuye al fortalecimiento de la organización de los mercantiles.

Por eso, ese viernes la empresa comunica que “deja sin efecto los despidos realizados tras un pedido de las autoridades nacionales”, pero el fin de semana el panorama no era igual en todas las sucursales: en Easy Mendoza, con 20 despidos, los trabajadores se manifestaron en la puerta del hiper. En Córdoba sumaban 80 los despidos en las tres sucursales; en Caseros, 12; en Easy Ituzaingó despidieron a 20; en Morón a 10; en Rosario a más de 15 (uno de ellos subgerente), en San Luis a 12; en San Isidro otro tanto. En este último, el sindicato de jerárquicos de comercio, que nuclea a los fuera de convenio, realizó el sábado un escrache; en el Easy de Avellaneda, con 32 despidos, el Secla convocó al paro el viernes 17 e hizo la denuncia ante la delegación provincial del Ministerio de Trabajo, que dictó la conciliación obligatoria frente a un paro que se radicalizaba. Por eso volvieron a entrar los compañeros, primero los de convenio y luego los fuera de convenio y jefes; en Easy Quilmes, el sábado 18, luego de la conciliación, sólo dejaron entrar a los compañeros convencionados, cuatro de los 17 despedidos, y recién el lunes se permitió el ingreso de todos; en Easy Tucumán, el sábado se despidieron a 14 compañeros y luego cuatro más, a pesar de que la empresa ya había declarado que daba marcha atrás con la medida. Por eso los compañeros salieron el domingo 19, intentando manifestarse en el patio de construcciones, pero personal de seguridad y el gerente, acompañado con fuerzas policiales, no se lo permitieron.

Lo que no salió en los medios fue que en Jumbo y en otras empresas también hubo despidos.

No obstante, por algunos medios y entre los empleados trascendió la hipótesis de que desde Chile, donde se encuentra la casa matriz, se dio la orden de despedir alrededor de mil trabajadores de Cencosud, mayoritariamente de Easy pero también de Jumbo.

Ya hacía unos días que se había conocido la noticia de que el grupo, dueño de Easy, Jumbo, Disco, Vea y Unicenter había suspendido las inversiones que tenía previstas, para lo cual tomó un crédito de 140 millones de dólares del Banco Mundial, debido a que cayeron sus expectativas de ganancia por la crisis financiera internacional.

Fueron las acciones de acción directa de los compañeros las que hicieron dar marcha atrás a la decisión de Cencosud de despedir a 500 trabajadores, y de ninguna manera la intervención presidencial como informaron los medios.

Pero los compañeros denuncian que Cencosud prevé mantener su intención de despedir masivamente, ya que por la crisis financiera sus expectativas de ganancias no son las mismas y, aprovechándose de esa situación, proceden a más flexibilización y achique del gasto salarial.

La experiencia recorrida no tiene que caer en saco roto. Ahora tenemos que extender las asambleas a todos los edificios, de todas las empresas del grupo. Unirnos con delegados de otros súper. Ningún despido, ninguna suspensión, los trabajadores mercantiles podemos.