Después de dos años de lucha que dimos junto a la Junta Interna de ATE de Arba-Economía, denunciando el régimen negrero de pasantías educativas, forma que el gobierno provincial y la Universidad Nacional de La Plata utilizaron para precarizar estudiantes, bajo la excusa de desarrollar una experiencia laboral y así obtener formación profesional donde los pasantes realizábamos la misma tarea que personal de planta y recibíamos una asignación estímulo que era la mitad del salario de un operador de planta, sin los aportes, adicionales, logramos conquistar nuestros pases a planta.

Martín Di Bella, quien en aquel momento estaba a cargo de la dirección de Arba, nos había mandado a decir que “el que nacía pasante, moría pasante” ya que las pasantías resultaban un negocio redondo para Arba, quien se ahorraba el salario de trabajadores de planta y para la universidad que se quedaba con un 10% del dinero que destinaba Arba para nuestros salarios.

Con la asamblea permanente, el paro por tiempo indeterminado, los cortes de calle, las movilizaciones al Ministerio de Economía y a Arba, incluso viajando a Mar del Plata a manifestarnos en los operativos de verano de Arba, donde Scioli iba a realizar un acto, fueron los métodos que nos llevaron a la victoria.

Nuestra experiencia de lucha, que denominamos la rebelión de las vinchas, es un ejemplo más de que sólo la organización de los trabajadores va a garantizar la conquistar nuestros reclamos, la lucha del call center tiene que ser la punta de lanza de toda la juventud precarizada, llevando adelante la bandera de Mariano Ferreyra, para enfrentar la tercerización laboral.

Ahora tenemos grandes desafíos por delante, la lucha por el salario igual a la canasta familiar en las próximas paritarias, las mejoras que necesitamos para que nuestro trabajo no sea insalubre, seremos partícipes de las luchas por las reivindicaciones de la clase obrera. Vamos por todo.

Pía Garralda (Tribuna Estatal)