El 18 de octubre se llevó a cabo la Asamblea Extraordinaria del Sadem (sindicato de músicos). El fin de la misma fue informar su quebranto financiero, con cuentas embargadas y una deuda mayor a $140 millones y finalmente votar una autorización a la comisión directiva para vender la sede central y “sanear” así las finanzas.

Ante poco más de 60 personas, la “asamblea” fue presidida por el actual secretario general e integrante de la anterior conducción, Marcelo “Máquina” Levicoy, quien relata que se realiza una auditoría que “arroja números alarmantes e irregularidades jurídicas”.

La contadora Alejandra Patti refiere que el resultado de la auditoría denota “descuidos, inconsistencias e irregularidades desde el punto de vista impositivo, desde lo legal y lo contable. Los libros presentados estaban atrasados desde el año 2017 y que las deudas previsionales constituyen la regla del sindicato. La auditoría arroja un déficit de más de $140.000.000. En el ejercicio 2021 según los registros de la Afip da ingresos por $67.000.000 y egresos por $10.000.000 (número redondo)”. Por ese faltante ($57.000.000 ) se efectúa una denuncia penal, interviniendo el abogado penalista José Moreira, quien refiere que “la figura jurídica es defraudación por administración fraudulenta y se denuncia a Ricardo Vernazza, Pablo Guimera, (integrantes de la comisión directiva anterior y de la actual votada en las recientes elecciones); y Laila Vernazza, gerente administrativa”.

No solo reconocen el fraude económico sino también el gremial, pues ponen en conocimiento que Telefe y canales de aire estaban obligando a los músicos a ceder derechos de imagen invocando un acuerdo paritario que firmó el sindicato.

Acerca de la situación de vaciamiento de la Escuela de Música, reconocen el despido encubierto de docentes que, aún en su condición de jubilados, ejercían la docencia en la escuela. Lo brutal de la justificación de estos despidos es que figuraban como monotributistas, es decir que el sindicato ejerce las reglas de la flexibilidad laboral de las patronales que debería combatir en defensa de músicos en iguales condiciones de precariedad laboral.

Finalmente el “Máquina” Levicoy expuso el plan de salvataje poniendo a votación un mandato para la comisión directiva Celeste para hipotecar la sede a fin de pagar vencimientos inmediatos, vender el espacio aéreo, y/o lisa y llanamente vender la sede de Belgrano 3655.

La “nueva” conducción intentó en esta asamblea despegarse de lo actuado por la comisión directiva saliente que ellos también avalaron e integraron. En la pasadas elecciones se presentaron también como Lista Celeste, con continuidad de 7 de 11 cargos directivos, incluyendo al actual presidente Alberto Giaimo y al electo secretario general José “Maquina” Levicoy.

Eran los mismos que amenazaban a músicos de Músicxs Organizadxs que se oponían a la conducta delictiva ahora reconocida. Era el propio “Máquina” Levicoy quien alzaba la mano para que los balances y memorias fueran votados a “libro cerrado”.

Músicxs Organizadxs viene denunciando sistemáticamente el vaciamiento y quiebra económica del Sadem, así lo hizo nuevamente en esta asamblea nuestra compañera Silvia Martínez, reclamando como primera medida la reincorporación inmediata de los afiliados excluidos del sindicato con plenos derechos y su participación en una nueva asamblea extraordinaria. Cabe nuevamente denunciar que esa masiva exclusión permitió el fraude electoral con el que pudieron ganar las elecciones.

Las acciones propuestas por la actual conducción delatan que es la continuidad de los métodos de la anterior. Según Levicoy “el principal capital con el que cuentan es la sede de Belgrano 3655”, y su solución la venta.
Para Músicxs Organizadxs las bases y patrimonio de un sindicato son sus afiliadxs y su poder de organización y movilización. Una campaña real y masiva contra la precarización y flexibilidad laboral de miles de músicos redundaría en ingresos crecientes que son evadidos por las patronales que “contratan” sin ningún aporte y contribución previsional y social.

La acción de músicxs, que siempre son convocados para apoyar las justas luchas de trabajadores, medioambiente y demás, sería un gran paso para levantar el Sadem. Pero la Lista Celeste ya ha optado por el camino de la extinción de este sindicato para convertirlo en nuevos negocios inmobiliarios.

Lo que realmente está planteado es construir un sindicato de musicxs sobre las bases de la democracia sindical, del clasismo, con asambleas periódicas , independiente del los gobiernos de turno y empresarios, que defienda realmente los derechos laborales y artísticos de lxs músicxs.

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