Sindicales

11/4/1995|443

Los telefónicos se ponen de pie

Telecom promovió el año pasado a toda la supervisión directa a cuadros del personal jerárquico, por lo que los sacó del convenio de FOETRA y los separó del personal de base, evitando así que sus reclamos y su representación se canalizaran por el mismo delegado que atendía al conjunto de los trabajadores.


Inició así el camino para lograr una jefatura inmediata totalmente subordinada a los dictados de la gerencia y separada totalmente de los trabajadores, para poder aplicar una mayor explotación. Al mismo tiempo, incorporó a la empresa a personal jerárquico, la mayoría profesionales universitarios, a los que en general colocó por arriba del personal viejo.


Ahora vuelve a avanzar, coloca a todo el personal recientemente ascendido como posibles despedidos, ya que afirma poseer una jefatura sobredimensionada. Pide a todo nivel de supervisión que marque, para la cesantía, a los supervisores de un nivel inferior, consiguiendo así quebrar cualquier vestigio de solidaridad existente entre ellos, al tiempo que induce a que “aprieten” a los trabajadores, porque de su “buena letra” dependerá que sigan trabajando.


Este proceso se efectúa con la complicidad de la burocracia del sindicato Buenos Aires, que a pesar de que tradicionalmente defendía a todo telefónico, sin importar si estaba o no en su convenio, se niega a defenderlos con el argumento de que no tiene la representación sindical para intervenir. Pero no sólo eso, sino que divide, ya que afirma contar con la palabra de la empresa de que no se producirán cesantías del personal de base.


Este proceso se estuvo dando molecularmente y prácticamente sin reacción, ya que los mismos afectados no atinaban a hacer nada para defenderse.


Pero en el edificio Conesa fue diferente. Ante el despido de un supervisor, los trabajadores, dirigidos por su verdadera Comisión Interna (ver recuadro) realizaron un paro y asamblea en la calle en la que participaron, no sólo el conjunto de los trabajadores del plantel, sino también gran parte de los telefónicos del cercano edificio Crámer.


Para efectivizar el paro y asamblea, los trabajadores tuvieron no sólo que enfrentar a la patronal, sino también a la burocracia de la FOETRA.


Los trabajadores tomaron así la iniciativa de unir a todos los asalariados (de base y “jerárquicos”) de la empresa contra la común explotación que sufren, asestando un golpe a los planes divisionistas de la patronal y la burocracia. La asamblea resolvió organizar una marcha y concentración de todos los edificios de la zona norte para el próximo martes 18 de abril.


El Plenario de Trabajadores Telefónicos, que agrupa a todas las fuerzas opositoras que se reclaman antiburocráticas, debe volcar todo su apoyo para el triunfo de esta lucha.