Sindicales

15/4/2021

Los trabajadores de reparto frente a la segunda ola

El reforzamiento policial en las calles repercute en un mayor hostigamiento hacia los repartidores.

Agrupación de Trabajadores de Reparto

Dentro de los anuncios que realizó Alberto Fernández el día de ayer está incluido el reforzamiento de las fuerzas represivas federales en el control de la vía pública, luego de las 20 horas, para garantizar el toque de queda. Para los trabajadores de reparto esta medida significa un enorme peligro si tenemos en cuenta lo que sucedió el año pasado, durante el aislamiento social.  El hostigamiento policial hacia los repartidores y la complicidad de las fuerzas con el robo que sufrieron varios compañeros fue una constante.

 

 

Muestra de esto fue la detención violenta y sin motivo alguno de Ulises, repartidor de PedidosYa. Gracias a la organización entre los compañeros, quienes nos movilizamos a las puertas de la comisaría, logramos que lo liberaran.

 

 

El hostigamiento también se produce  por medio de los controles de tránsito. Sucede que los permisos de circulación con los que contamos los repartidores  solo nos habilitan a trabajar en un solo municipio; algo imposible de cumplir ya que las apps nos obligan a violar la medida restrictiva al enviarnos pedidos por fuera de nuestra zona de logueo, exponiéndonos así, al amedrentamiento por parte de las fuerzas represivas.

 

Nuestra esencialidad y la crisis sanitaria

 

La cuarentena a lo largo y ancho del mundo dejó en claro la vital importancia del trabajo de reparto. Los repartidores jugamos un rol clave garantizando el funcionamiento de cientos de comercios durante la pandemia. Sin embargo, las patronales que se esconden detrás las apps trataron como descartables a sus trabajadores, que somos quienes nos exponemos al contagio mientras que ellos incrementan sus ganancias millonarias.

Los reclamos que desde la Agrupación de Trabajadores de Reparto (ATR) venimos levantando desde sus inicios tienen plena vigencia.  El carácter esencial de nuestra tarea vuelve a ponerse de manifiesto bajo la profundización de la crisis sanitaria que estamos atravesando. Las demandas que levantamos en más de 20 países al inicio de la pandemia, tales como la provisión de insumos sanitarios por parte de las empresas o la actualización de la tarifa, siguen teniendo un enorme protagonismo ya que las aplicaciones han hecho oídos sordos.

El aumento real del pago por envío se vuelve cada vez más necesario a la luz de la escalada inflacionaria que vive el país.  Los trabajadores de reparto nos vemos empujados a realizar extenuantes jornadas de trabajo de más de 10 horas para llevar un ingreso digno a nuestros hogares. Esto hace que estemos más expuestos a accidentes, los cuales se evitarían si percibiéramos ingresos suficientes y pudiéramos realizar una jornada más reducida. La cuarentena nos dejó un saldo de decenas de repartidores muertos en accidentes laborales por este mismo motivo.

Además, nos encontramos trabajando en la más extrema precariedad completamente expuestos a los contagios. El gobierno no nos incluyó en ningún plan de vacunación y las patronales no nos garantizan insumos elementales como barbijos, guantes y alcohol en gel. Por otra parte, no contamos con licencias laborales pagas en caso de formar parte de un grupo de riesgo y no poder salir a trabajar.

Frente al aumento del costo de vida, la represión y el agravamiento de la crisis sanitaria reclamamos: aumento real de pago por envío, reconocimiento laboral, poner fin a las zonas liberadas, plan de vacunación e insumos sanitarios.