Los trabajadores de Eana (Empresa Argentina de Navegación Aérea) fueron forzados a una conciliación obligatoria el miércoles 25 por la tarde y debieron posponer las medidas previstas a nivel nacional para el 25, 26 y 27 de noviembre. Fue uno de los últimos manotazos que tiene la empresa, y el Estado, para frenar el conflicto iniciado hace tres meses por Atepsa (Asociación Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación).

Con el correr de los días el reclamo de recomposición salarial fue tomando color y cada vez se hizo escuchar más fuerte. Primero con asambleas virtuales, donde los trabajadores pidieron la apertura de paritarias; y luego con caravanas presenciales en gran parte del país, respetando las medidas sanitarias.

Los que no respetan la salud de los trabajadores son la empresa y el propio Estado nacional, que aprovechan la pandemia para realizar el ajuste encomendado por el FMI. Tal es así que al día de hoy la única propuesta de recomposición salarial es del 7%, retroactivo a octubre, pretendiendo que los trabajadores absorban con su bolsillo la inflación acumulada de abril a septiembre. Recordemos que es el mismo arreglo firmado por UPCN, meses atrás, para todos los trabajadores estatales, lo que hace aún más evidente que no hay paritarias libres si no un plan de ajuste para todos los trabajadores por igual, ya que la patronal aduce no poder ofrecer más que ese incremento. Inclusivo ellos mismos reconocen que es insuficiente, pero argumentan que son los trabajadores los irresponsables a la hora de negociar.

No hay ningún impedimento legal para que la empresa ofrezca más del 7%. Es un mensaje netamente político e intimidatorio, con el objetivo de poner topes a las paritarias del sector público. Esto es perfectamente verificable si nos retrotraemos a la paritaria 2019: en pleno gobierno macrista, el mismo sector obtuvo un 12% de aumento más que la paritaria estatal, más una serie de bonos no remunerativos que equiparon la inflación hasta diciembre 2019.

Antes de fin de año se vence la conciliación obligatoria, con su respectiva prórroga, de no haber acuerdo entre Eana y Atepsa. Esto permite que los trabajadores queden en libertad de acción para poder llevar adelante sus medidas, las que constan de no permitir despegues de aviación comercial y general en forma escalonada en todos los aeropuertos del país. Es necesario destacar que todas las operaciones de vuelos sanitarios, humanitarios y de Estado se brindarán de forma normal tal como indica la reglamentación.