Sindicales
7/10/2004|871
Los trabajadores del citrus
Un 4 de octubre nos pusimos de pie
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Hace dos años se daba un paso fundamental en Uatre. Por primera vez en una elección se presentaba una lista opositora, una lista integrada por compañeros que querían terminar con el dominio burocrático. Se perdieron las elecciones pero se dejó instalada una nueva alternativa. Ahora los trabajadores de Uatre tienen ante sí a la actual conducción, cuya política es reciclarse a sí misma, acumular privilegios personales, protegerse entre ellos ante cualquier cuestionamiento de la base trabajadora. Son una camarilla estrechamente aliada a las patronales. Hay casos en que dirigentes del gremio son capataces y actúan como tales. Su política ha sido darles la espalda a los reclamos más elementales de los trabajadores del citrus, por eso seguimos con salarios de indigencia, la mayoría de los cosecheros trabaja en negro, y se toleran los despidos, el trabajo infantil y la persecución de los luchadores, muchas veces marcados por los propios burócratas. Esta dirigencia es completamente insensible a las necesidades de los trabajadores, por eso han aceptado para el período interzafra que se otorguen los llamados planes interzafra, de 150 pesos, con la obligación de realizar contraprestación en las quintas citrícolas. Una vergüenza, con el agravante de que Uatre recibe sólo 4.000 planes, mientras que los temporarios del citrus somos 30.000.
Por eso la importancia de la irrupción de la Agrupación ‘4 de Octubre’, o sea, el inicio de un proceso que va a requerir muchos sacrificios y mucha tenacidad y astucia para poder superar todos los escollos que las patronales y la burocracia ponen para impedir que los trabajadores nos organicemos desde abajo. La cuestión central ahora está en la lucha por el subsidio de desempleo de 450 pesos, pero en el período de cosecha se concentra en la lucha por el salario y las condiciones laborales. ¿Cómo puede ser que una clasificadora de una planta de empaque de Río Negro esté ganando 1.200 pesos trabajando 44 horas semanales, mientras aquí un trabajo similar llega a los 1.200 pesos pero en tres meses y medio de trabajo, o sea en toda la temporada. Pero una cuestión es clara. Para poder encarar estos reclamos tenemos que organizamos y organizamos, eligiendo delegados donde no los hay y echando a los inservibles. Así, desde abajo tenemos que preparar otro 4 de octubre que nos permita recuperar el sindicato para los trabajadores.