La asamblea convocada por ATE Inta CNIA, en la que participaron más de 600 personas (presenciales y virtuales) -incluyendo delegaciones de Apinta Castelar, AGD-UBA, jubilados y exautoridades de Inta-, analizó la grave situación institucional del organismo. Se destacó la necesidad de unidad en la acción y se resolvieron por unanimidad las siguientes medidas:

1. Convocar a una jornada nacional de lucha con movilización al Inta Central y ministerios, iniciando un plan de lucha escalonado desde el miércoles 11 de junio. 

2. Impulsar un frente nacional de lucha en defensa del Inta, incluyendo a pequeños productores, universidades, sectores gremiales y científicos, con acciones en todo el país.

3. Rechazar la intervención del Poder Ejecutivo Nacional al Inta y las políticas de Sturzenegger, Caputo y Milei.

4. Exigir un aumento salarial inmediato, apertura de paritarias y anulación de medidas tomadas por la intervención.

5. Solicitar a los consejeros institucionales que no avalen acciones que vulneren la estructura del Inta, como despidos, cierres de institutos y reestructuraciones.

La asamblea es el inicio de esta nueva etapa de lucha y expresa su solidaridad con otros sectores movilizados como trabajadores de la educación, salud, ciencia y jubilados, llamando a la unidad hacia una huelga general frente al ajuste del gobierno.

Privatización y dependencia en investigaciones agropecuarias

Las reformas del gobierno ponen en riesgo irreversible al organismo: recortes de personal, cierre de agencias y pérdida de autonomía técnica, el impacto que se produce en genética, vacunas y agro. El ataque del oficialismo implica la pérdida del 10–23 % del personal, el cierre de 9 agencias en el AMBA y pone en peligro programas clave como genética, vacunas y conservación.

A su vez, vía DNU, el Consejo Directivo quedaría bajo control del Ejecutivo con técnicos y académicos ligados a los  monopolios agrarios internacionales y nacionales. Eso significa el dominio gubernamental de toda la política del Inta, de los contratos, de las investigaciones y descubrimientos. Por otra parte, permite el manejo arbitrario del presupuesto, de la información y de los fondos poniendo porcentajes fraguados del uso de lo correspondiente por recaudaciones fiscales. INTA no usa el 50 % de retenciones.

De la mano de Milei, el INTA dejaría de ser un ente técnico para convertirse en uno político al servicio del gran capital.

Mientras, ya se puso en marcha un gran negocio inmobiliario, manejado por el gobierno y su casta, con la venta de grandes extensiones de tierras que son  patrimonio imprescindible para los estudios y pruebas.

¡No al vaciamiento del Inta!

Vamos por el triunfo del Garrahan y de todas la luchas

Paso a los trabajadores. -

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