Sindicales
30/6/1988|232
Los trabajadores del Mercado Central necesitan organizarse
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El jueves 23, una movilización de patrones de puesto y trabajadores del Mercado Central frutihortícola de La Matanza llegó hasta la Casa de gobierno para reclamar el cumplimiento de la ley 19.227 dictada por la dictadura militar, que ordenó el levantamiento de todos los mercados mayoristas en el radio de 60 kms. alrededor de la Capital.
Detrás de los concesionarios de puestos se han encolumnado las burocracias de los diversos gremios que reúnen a los varios miles de trabajadores que son superexplotados diariamente en el Mercado Central. Para el miércoles 29 está previsto un nuevo “paro general”, en verdad un “lock-out” patronal. La Corporación que regentea el Mercado Central, un ente estatal codirigido por radicales y peronistas (de los gobiernos nacional y provincial y de los municipios de La Matanza y la Capital) ha dicho que “comparte las motivaciones invocadas” (solicitada en los diarios).
¿En qué consiste el objetivo de este movimiento? ¿Qué hay de cierto en la invocada "defensa de la fuente de trabajo” con la cual los patrones buscan arrastrar a los trabajadores?
El Mercado Central es el fruto de una política que ha procurado la concentración de la comercialización en pocas manos. Los que se benefician del monopolio actual se opusieron al establecimiento del Mercado Central en un empeño que abandonaron cuando se transformaron en los beneficiarios de las nuevas concesiones. En el camino quedaron miles de pequeños comerciantes, cuando se otorgaron las concesiones en el Mercado Central sólo a quienes operaban por encima del nivel de los 600 bultos diarios. Ahora, estos puesteros reclaman naturalmente contra lo que antes defendían - la existencia de otros centros de comercialización. Se pretende así consumar la completa monopolización del abastecimiento alimenticio de la Capital y el Gran Buenos Aires.
¿Los trabajadores del Mercado Central defienden efectivamente su fuente de trabajo respaldando a los patrones del Mercado Central?
La estabilidad de los trabajadores no tiene ninguna relación con la erradicación de otros centros de comercialización, ya que el trabajo está sujeto a la arbitrariedad del empleador, que puede despedirlo cuando quiere. La existencia de otros comercios mayoristas significa, por el contrario, la posibilidad de encontrar trabajo en caso de cesantías en el Mercado Central. Los puesteros actúan coherentemente con sus intereses; no ocurre lo mismo con los trabajadores que los apoyan.
Es evidente que los asalariados están presionados por sus patrones y por la burocracia sindical.
Esta dependencia es, en gran parte, producto de su división en más de cinco sindicatos.
Los trabajadores de los puestos —el sector más numeroso— está agremiado mayoritariamente en el ST1HAMPA, que se encuentra totalmente paralizado. Un sector de estos trabajadores está afiliado a su vez en Comercio (SEC). El otro sector más relevante, los changarines, no tienen ningún tipo de organización ni convenio colectivo. El personal de descarga está organizado en una cooperativa, donde trabaja a destajo y a tanto por bulto. A su vez, los controles de calidad y el personal administrativo del Mercado está asociado a ATE. Entre todos estos sectores superexplotados —además de los bancarios— no existe ninguna coordinación. Es evidente la necesidad de una intergremial desde las bases, mediante delegados elegidos en cada una de las naves del Mercado. El objetivo inmediato debe ser organizar los reclamos de los trabajadores del Mercado y coordinar con los trabajadores de todos los mercados afectados por el reaccionario redamo patronal. A no dejarse engañar, la monopolización de la comercialización frutihortícola sólo puede acarrear en última instancia mayor carestía, peores condiciones de trabajo y desocupación creciente. La amenaza de cesantías que planea tras la “protesta” patronal contra la “competencia”, sólo puede ser combatida mediante la organización.
¿Puesteros y changarines en la misma nave?
Norberto Malaj
Refiriéndose a la movilización patronal del jueves 23 un volante del Mas en el Mercado Central, fechado 27-6-88, titulado “seguir la lucha y la movilización” comienza diciendo: “Nuestra movilización fue un éxito. Fue un gran paso adelante, por varias razones. Por la UNIDAD conseguida entre todos los sectores del mercado. Changarines, personal de ATE y puesteros, demostramos que, por andina de intereses sectoriales, estamos todos afectados por una crisis, que nos golpea a todos por igual. Fue grande por la repercusión conseguida en la opinión pública y en los medios de comunicación. Esto nos deja una gran enseñanza, el gran impacto fue la MOVILIZACION". (Mayúsculas y subrayados del original
“Puesteros” y “trabajadoras”, es decir patrones y obreros, “estamos por encima de Intereses sectoriales” ¿no es el lenguaje (y por sobre todo la política) de Menem. Cafiero, Angeloz, Alsogaray y de la colaboración de clases en general?
“UNIDAD” tras las patronales que hambrean a los changadnos y a miles de trabajadores; “MOVILIZACION” en defensa de una ley de la dictadura militar; “estamos todos afectados por tuto crisis. que nos golpea a todos por Igual” ... ¿quién escribe todo esto? Si, todo lo que acaba de leerse lo dicen los que quieren el “socialismo con democracia”. Pero el “Socialismo" como lo aplican en este caso es sinónimo de miseria.