Sindicales

27/5/2007|993

Los trabajadores del Subte no se dejan intimidar

Fuera las patoteadas del gobierno y la UTA


El jueves 17 se realizó exitosamente el paro de 24 horas votado por los trabajadores del Subte, en rechazo a la oferta salarial patronal (que fue aceptada por la dirección de la UTA contra la voluntad de los trabajadores).


 


En la audiencia en eí Ministerio de Trabajo Nacional, la cúpula de la UTA (con sus secretarios general y adjunto a la cabeza) había insultado y agredido físicamente a los delegados del Subte, ante la mirada cómplice del delegado ministerial.


 


Todas las presiones y amenazas pretendían obligar a los delegados a firmar un acta en contra de lo resuelto por las bases. Mientras Fernández (secretario general) provocaba y agredía a los delegados, abajo esperaban dos patrulleros. Los delegados han recibido llamados con amenazas de muerte para ellos y sus familias.


 


Un paro masivo


 


El paro, al día siguiente, fue total. Uno de los más masivos de la historia del subte. Los compañeros se juntaron de a centenares en las cabeceras.


 


Continuando la línea de provocación, él gobierno y la UTA intentaron volcar a los usuarios contra los trabajadores, desinformando y anunciando un falso levantamiento del paro que había sido anunciado con 24 horas de antelación. El show fracasó por las explicaciones de los delegados a los usuarios.


 


Por la antigüedad y la canasta familiar


 


El Cuerpo de Delegados puso en marcha un plan de lucha con aperturas de molinetes y, en caso de no obtener respuestas por parte del gobierno y Metrovías, retomar el paro la semana que viene.


 


Los trabajadores reclaman un aumento del 20% que garantice un mínimo igual al costo de la canasta familiar que supere la expectativa inflacionaria; reclaman, además, recuperar el 2% de antigüedad arrebatado por la dictadura.


 


La patronal factura un millón de pesos diarios, recibe 200 millones de pesos anuales en concepto de subsidios y paga “sueldos” de entre 15.000 y 40.000 pesos a sus gerentes.


 


En la lucha los trabajadores enfrentan a un gobierno que aplica activamente un “intervencionismo” antiobrero contra las aspiraciones de los trabajadores, con la Gendarmería en Santa Cruz, con las conciliaciones “preventivas" ilegales y, ahora, con aprietes en el Ministerio.


 


Vamos por la victoria de los trabajadores de Metrovías.