Hace un mes y medio los trabajado­res del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, nucleados en la Aso­ciación de Trabajadores del Estado (ATE), estamos llevando a cabo un plan de lucha para exigir un incre­mento salarial de 250 pesos al bási­co, el pase a planta de los compa­ñeros contratados, pasantes y beca­rios, y la apertura de nuevos pues­tos de trabajo genuinos.

Mientras Néstor Kirchner y Aníbal Ibarra utilizan el superávit fiscal pa­ra seguir pagando puntualmente la deuda externa y cumplen sumisa­mente las exigencias del Fondo Mo­netario Internacional y el Banco Mundial- a quienes quieren demos­trarte que vivimos en una ciudad "10”. es decir, una ciudad que brin­da asistencia médica y educación a todo nuestro pueblo-, los trabajado­res recibimos como respuesta a nuestros reclamos políticas represi­vas y medidas antipopulares, tanto institucionalmente como cuando nos movilizamos, como por ejemplo el caso de los compañeros presos por los incidentes en la Legislatura, tos de Caleta Olivia, etc.

Por otra parte, los dirigentes sin­dicales intentaron que no se profun­dice el conflicto que los trabajadores estamos llevando adelante, y es por esto que vemos la necesidad de que la CTA llame a un paro nacional de todas las organizaciones que com­ponen la central hasta lograr que nuestros pedidos sean escuchados y cumplidos.

Ante esta crisis, los trabajadores deberíamos preguntamos y reflexio­nar sobre qué sociedad queremos construir, en qué ciudad queremos vivir y. por sobre todo, qué dirigen­tes queremos que nos gobiernen.

No al pago de la deuda externa. Libertad y desprocesamiento a los luchadores sociales. No a los planes sociales "basura"; por la creación de puestos de trabajo genuinos.