Sindicales
15/8/2002|767
Luces y sombras de una lucha decisiva
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En las puertas de Zanón se realizó un acto de repudio al nuevo intento judicial de desalojo girado por el juez de la quiebra. El contigente del Polo Obrero, de ciento veinte compañeros, llegó en manifestación a la movilización que reunió a más de seiscientos trabajadores.
Setenta y dos horas antes, a la una de la madrugada, en medio de una espesa niebla, un número similar se había congregado en las puertas de la fábrica ante el rumor de que la Gendarmería se aprestaba a hacer cumplir la orden policial que tiene en vigilia a los compañeros.
Las tropas no llegaron pero adentro todo cambió. Los compañeros se dividieron en dos turnos de doce horas y el treinta por ciento de ellos garantizaron la ocupación de la fábrica mientras los demás hacían caminar la producción. Las agrupaciones combativas de Neuquén rodearon a los obreros de Zanón para defender la lucha por los puestos de trabajo, como las asambleas populares lo hacen con Brukman, Grissinópolis o Chilavert.
Néstor Pitrola intervino en el acto marcando que la nueva derrota política del gobierno en impedir el Acampe en Plaza de Mayo, contribuía a la derrota de los intentos represivos contra todas las ocupaciones de fábrica. Destacó que entre las luchas obreras y populares, tal vez las de mayor alcance revolucionario son las ocupaciones de fábrica que plantean la cuestión del control obrero de la producción como norte para todos los trabajadores.
Indicó que ante la amenaza de desalojo y el acto convocado en defensa de Zanón, el Bloque Piquetero y demás convocantes de la Asamblea Nacional de Trabajadores habían postergado un encuentro previsto para el día 10 de agosto y lo pasaron para el 24 de agosto a realizarse en Grissinópolis, con el planteo de un encuentro común para constituir un movimiento nacional único de empresas bajo control obrero de la mano de sindicatos clasistas, organizaciones piqueteras y asambleas populares.
Contraste
En las horas previas al acto se realizó un encuentro de características muy peculiares. Participaron algunas empresas en lucha como Clínica Junín, Brukman, Chilavert, Grissinópolis, una cooperativa de la zona, los mineros del Turbio y la propia Zanón. Sin embargo, los que no compartían la postura de hacer otro plenario el próximo 7 de septiembre y un “encuentro preparatorio el 24 de agosto”, promovido por el Pts, no pudieron hablar.
Así, quedaron proscriptos de las comisiones y más aún de la sesión plenaria – en la que habló sólo la Mesa – nada menos que el representante del Turbio, los compañeros de Grissinópolis y dos miembros de la mesa nacional del Bloque Piquetero. Estos últimos fueron invitados después de dar un saludo, pero Godoy les quitó el micrófono antes de que pudieran pronunciar palabra.
Distintas representaciones de Aten, así como la Naranja de la Uocra representada por Cristiansen, no integraron la Mesa y coincidieron en repudiar los intentos de embolsar a todos en una tendencia de carácter divisionista.
El contraste con la Asamblea Nacional Piquetera del 22 y 23 de junio no pudo ser mayor; allí, mil delegados se expresaron hasta agotar sus posiciones y se votó punto por punto a mano levantada (aquí se votó a libro cerrado sin mano levantada todas las resoluciones al mismo tiempo).
El mismo contraste se reiterará con el gran Encuentro de trabajadores, de sindicatos clasistas, de decenas de empresas ocupadas y organizaciones piqueteras del próximo 24 de agosto, convocado por la Asamblea Piquetera, que no girará en torno a un aparatito divisionista sino en torno a cuál es la salida, el programa, los métodos y el plan de lucha frente al vaciamiento capitalista, para constituir una red nacional de empresas en lucha por el control obrero de la producción.