Los trabajadores de Mecca Castelar se encuentran en lucha contra los despidos que el Grupo Taranto, nueva patronal de la empresa, viene produciendo. El conflicto comenzó hace un tiempo, cuando Mecca Castelar presentó el procedimiento preventivo de crisis.

En ese marco, la comisión interna de Mecca Castelar, junto a la UOM seccional Morón, firmó ante el Ministerio de Trabajo un acuerdo con el Grupo Taranto, que se hizo cargo de la fábrica. Pero, para eso, impuso como condición la baja de salarios a los trabajadores con el argumento de preservar los puestos de trabajo.

La rebaja fue entonces de entre el 35 y 40%, con el compromiso patronal de seguir pagando el 7% de premio por productividad a todos los obreros. Taranto no cumplió con este acuerdo. Tampoco con el de no echar a trabajadores. El viernes 28 de octubre despidió a dos de ellos.

Taranto alegó la falta de trabajo por el cierre de exportaciones de automóviles a Brasil y por las suspensiones de 600 trabajadores que había efectuado la empresa italiana Fiat.

A lo largo del conflicto, los trabajadores realizaron medidas de fuerza y también un paro de actividades. Desde el Ministerio de Trabajo, se les dictó dos veces la conciliación obligatoria -en el marco de las cuales no llegaron a ningún acuerdo.

La semana pasada comenzaron las suspensiones con pago del 60% del sueldo. También la semana pasada, la empresa despidió a tres compañeros más, por lo que no cumplió nuevamente con todo lo acordado.

Esta empresa ha generado fabulosas ganancias, aumentando su producción de fundición de aluminio al triple en los últimos años. Desde el inicio del derrumbe europeo, las suspensiones, los despidos y cierres en las plantas automotrices, la devaluación en Brasil y el cierre de las exportaciones, Mecca Castelar intenta descargar la crisis sobre los trabajadores. Las distintas patronales que se han hecho cargo de la empresa han intentado bajar los salarios, suspender y despedir.

La UOM, hasta el momento, “acompaña la decisión de los trabajadores” -en criollo, apuesta al desangre de Mecca sin tomar una sola medida como gremio frente a un grupo patronal que desconoce hasta los acuerdos firmados con la UOM. Esta no es la única fábrica de la seccional donde las patronales intentan descargar la crisis sobre los trabajadores. Casema despidió a todo el personal de agencia. Ecotermo no ha pagado los acuerdos salariales pactados en paritarias nacionales y continúa con los pagos en negro y los despidos de quienes reclaman. Recordemos que Siderar se deshizo de los delegados combativos y Prive no cumple con el acuerdo de pase a planta de todos los trabajadores de agencia.

La dirección de la UOM no puede seguir mirando para otro lado. Debe convocar, de inmediato, a un congreso de delegados que resuelva ya un plan de lucha por el cese de los despidos y suspensiones, por la reinstalación de los cinco despedidos y por el reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario.

Los compañeros de Mecca no tienen que cargar con la crisis capitalista. ¿El Grupo Taranto compró la fábrica para tenerla parada? Si la excusa es la crisis automotriz y que no se puede producir carcasas para caja de cambio, entonces que se produzcan radiadores (estufas), ya lo han hecho en otra oportunidad, que se re convierta la producción y que se conserven todos los puestos de trabajo.

Apoyemos la lucha de los trabajadores de Mecca. Está en juego quién paga la crisis producida por los capitalistas. Desenvolvamos una gran campaña contra los despidos y las suspensiones, así como por el reparto de las horas de trabajo.