La asamblea provincial de Amsafe aceptó -en disconformidad- la propuesta salarial del gobierno de Perotti, consistente en un ajuste del 31% de septiembre a diciembre en cuatro cuotas, que se suma al primer tramo paritario acordado para marzo-septiembre de 46%, en otras 4 cuotas, totalizando una paritaria anual del 77%, por debajo de la paritaria nacional docente (82%). Con esta resolución, más del 60% de lxs trabajadores de la educación de Santa Fe quedaron por debajo de la línea de pobreza.

El levantamiento del paro se lo puede adjudicar Ctera, que dirige la Amsafe Provincial, es decir, Alesso, Baradel y Yasky. La burocracia de “Trabajadores de la Educación”, la Celeste, no llamó a ninguna acción de lucha y menos a un paro nacional en defensa de la docencia de Santa Fe en el transcurso de tres largos meses de conflicto, que se desarrolló sin ningún tipo de apoyo nacional. La excepción fueron las manifestaciones de apoyo de las seccionales Multicolor de la Provincia de Buenos Aires, que se movilizaron a la Casa de Santa Fe y convocaron en sus distritos a paros por el salario.

La burocracia bombardeó desde adentro y desde el inicio la lucha santafesina, en total complicidad con el gobierno, integrada como está al Frente de Todos. Fue derrotada una y otra vez por la base docente, al punto de perder la Asamblea provincial el 16 de septiembre donde se impuso la continuidad del plan de lucha, contra su moción de levantar. La última votación provincial, en la que finalmente se levanta el paro, también expresó una enorme desautorización del oficialismo, con más de 14.700 votos por la continuidad del plan de lucha en los departamentos opositores de Rosario, General López y Belgrano, pero también en los oficialistas de San Lorenzo y Castellanos. El levantamiento se impuso con los votos de La Capital, donde está enquistado el aparato y el fraude, donde se impidió fiscalizar a la oposición del “Frente 4 de Abril”.

Por supuesto caló hondo la brutalidad de los descuentos, que representó el 30% del sueldo, que fue el arma de Perotti y Amsafe para extorsionar al conjunto de la docencia. El gobierno demostró estar dispuesto a matar de hambre a los docentes y sus familias con tal de levantar el conflicto, hecho que fue repudiado con una concentración multitudinaria en Rosario, que la conducción provincial boicoteó abiertamente pero que arrancó el compromiso de devolución de los días de paro, que se hará a mediados de octubre y por planilla complementaria.

El peronismo sindical reventó la paritaria docente con un sentido estratégico, porque la lucha de la docencia era un faro para el conjunto de las paritarias estatales, como quedó expresado en los paros generales de estatales de septiembre, que tuvieron como eje organizador el reclamo salarial de la docencia. Una victoria del magisterio ponía en crisis y reabría el cierre precario de las paritarias de ATE, Upcn, Sadop y médicos, que las conducciones cerraron sin consulta de las bases. La burocracia está pagando esta entregada con una crisis al interior de sus agrupaciones, porque la demagogia ya no puede tapar que entregaron el salario de los maestros para rescatar al “más macrista” de los gobernadores peronistas y el plan de guerra contra salarios y jubilaciones del gobierno nacional al servicio del pacto con el FMI.

La lucha que se viene

El conflicto también puso al descubierto los límites de la oposición antiburocrática, especialmente en la directiva de Amsafe Rosario, que estaba llamada a ocupar el papel de dirección del conflicto contra la entrega de la Amsafe provincial. Cuando la situación exigía profundizar las medidas de lucha para enfrentar los descuentos, una parte de la directiva (El Colectivo-Sur) rechazó las propuestas de acción presentadas por Tribuna Docente como la movilización y ocupación del Ministerio de Trabajo, las jornadas de cortes de calle o de ollas populares que hubieran servido para redoblar la apuesta e incrementar la movilización docente.

Las vacilaciones de la mayoría de la directiva de Amsafe Rosario llevó a que en las reuniones de Comisión Directiva previas a la Asamblea Provincial propusieran mociones que implicaban un retroceso en los días de paro, a excepción de Tribuna Docente, que por el contrario propuso mociones para profundizar el conflicto en la perspectiva de construir el paro por tiempo indeterminado para ganar. Esto desmoralizó y confundió a la base docente, que necesitaba más que nunca una dirección férrea que demostrara estar dispuesta a defender el reclamo hasta el final, como hizo por caso el Sutna, cuyo ejemplo reivindicaron todas las agrupaciones de la “4 de Abril”. “La base daba” y mucho, al punto de que en la Asamblea de Rosario la moción de Tribuna de “Paro de 72 y 72 con asamblea evaluativa, en el camino de la profundización del conflicto” fue acompañada por varios activistas, en oposición a las mociones de retroceso presentadas por la directiva. La propia votación en las escuelas arrojó un número importante de votos para nuestra moción y para el paro por tiempo indeterminado.

Esta política de recule de la directiva fue apoyada también por las agrupaciones docentes que integran el Frente de Izquierda – Unidad (Alternativa Docente – MST, La Marrón – PTS, Docentes en Marcha – IS), a excepción también de Tribuna Docente. Esto bajo un planteo completamente errado, de que no tenía importancia la cantidad de días de paro, sino “llenar de contenido” el conflicto con festivales, marchas de antorchas e incluso con la instalación ¡de la carpa blanca!, el símbolo de la entrega de la lucha docente por parte de Ctera en los ’90. Como si el paro no fuera en sí mismo el mayor de los “contenidos”.

La idea de que el conflicto no tenía relación con los días de paro lo verbalizaron los principales referentes de esas agrupaciones en la Asamblea Departamental de Rosario, suscitando calurosos aplausos… de la Celeste. Justamente el ardid de la burocracia era plantear que no se podía seguir con los paros por los descuentos, mientras se negaba a poner un peso para el fondo de huelga, y que “el conflicto seguía por otros carriles”.

Después de la aceptación, recorre a la docencia una enorme indignación que anticipa la reapertura del conflicto más temprano que tarde, con diciembre muy cerca, donde se pondrá en debate la cláusula de revisión. En algunas escuelas se debate la desafiliación del sindicato. Alertamos que esto implica entregarle a Alesso-Rodrigo Alonso nuestro sindicato en bandeja de plata, debilitando nuestra lucha. Por el contrario, tenemos que redoblar nuestra organización desde abajo, sacar las mejores conclusiones de este conflicto, fortalecer a la oposición antiburocrática, combativa y clasista para recuperar Amsafe Provincial y continuar la batalla por la recomposición salarial en los próximos meses, cuando los aumentos vuelvan a quedar desfasados por la inflación creciente.

Arriba docentes. Viva nuestra lucha en defensa de la escuela pública.