Unos 70 repartidores de apps, particularmente de la empresa PedidosYa e independientes se movilizaron ayer lunes 13 al municipio de Luján. El motivo principal de la convocatoria fue reclamar urgentes soluciones a los constantes robos y asaltos que padecen a diario. Además, fueron de la partida un grupo de repartidores de General Rodríguez, que vinieron en solidaridad con sus colegas lujanenses y que están también hace un tiempo en lucha por las mismas reivindicaciones.

En la mañana, con cita previa en la esquina de la avenida Humberto y calle San Martín, una nutrida caravana de motos se dirigió y concentró, primero frente al palacio municipal, donde dejaron un petitorio en la Secretaría Privada de la Intendencia y en la que allí le manifestaron que serían recibidos hacia la tarde por funcionarios municipales y policiales. Luego, la caravana paso por la Fiscalía y la Comisaría para culminar la jornada.

A la tarde, finalmente una delegación fue recibida por el secretario de Seguridad municipal Matías Lattaro y la cúpula local de la policía, donde llegaron a un acuerdo para mayores controles en los puntos críticos del distrito.

Lo que aquí hay que destacar es que mientras el municipio refuerza los operativos represivos en los barrios, amedrentando a los vecinos y trabajadores que viven allí, con los abusos policiales que se denuncian, por otro lado, hay verdaderas zonas liberadas de la policía donde los repartidores quedan a la buena de dios.

También, hay que apuntar los dardos a la patronal de la plataforma PedidosYa, quienes se desligan de toda responsabilidad, cargándosela a los repartidores, tanto en los robos como en los accidentes. No dando tampoco obra social ni ART.

Tengamos en cuenta que en el distrito hay alrededor de un centenar trabajadores y trabajadoras de apps y unos 300 repartidores independientes (que trabajan por su cuenta para varios locales gastronómicos). Lo cual habla de una cantidad importante de trabajadores que apelan a esta alternativa laboral en este contexto de recesión económica, agravada por la pandemia del Covid-19.

La marcha al municipio es un gran primer paso para la organización independiente de este sector de trabajadores ultraprecarizados. Es imperioso continuar en esta senda para la obtención de los numerosos reclamos pendientes: seguros contra robos y accidentes costeados por la patronal, regularización de los trabajadores y salario igual a la canasta familiar, obra social, herramientas de trabajo adecuadas, entre otros.