En las últimas semanas, la patronal de MAM (Grupo BM) ha montado una serie de provocaciones contra los obreros, que desde el 1 de julio se encuentran ocupando la fábrica en rechazo a los despidos y suspensiones de la totalidad del personal.

 

Un corte total de la Ruta Nº 7 realizado por los trabajadores de MAM, el primero desde el comienzo de la ocupación, logró reabrir la mesa de negociación, que desde hacía semanas se encontraba cerrada. En esa mesa, la patronal ofreció un plan de reapertura de la fábrica pero con tan sólo 31 obreros. Los representantes de los obreros en lucha demostraron que una reapertura en los términos planteados por la patronal es inviable. Es que la fábrica contaba con 94 trabajadores antes de ser cerrada por la patronal. Sin embargo, el ‘compromiso’ de reapertura presentado, le sirvió al Grupo BM como apoyatura para reclamarle al gobierno un sinfín de beneficios.

 

A una siguiente mesa de negociación los obreros llegaron con una contrapropuesta, que partía de garantizar el puesto de trabajo para todos los compañeros que se mantienen firmes en la ocupación; la patronal, en cambio, llegó con una nueva provocación. En las horas previas, MAM había entrado en concurso de acreedores. Una maniobra podrida de la patronal destinada a ratificar su planteo de que MAM se encuentra en crisis, y que por eso despide y suspende trabajadores y de que indefectiblemente necesita de la ayuda estatal. Pero como se demostró en el informe presentado por los trabajadores ante la Fiscalía de Delitos Económicos, MAM no tiene ninguna crisis.    

 

La patronal ha contado desde el primer día, para su accionar impune, con la completa complicidad del gobierno provincial. Así se evidenció cuando el gobierno puso la policía provincial al servicio de desalojar el piquete obrero a las empresas del Grupo BM. O cuando los funcionarios provinciales difamaron a los obreros en lucha acusándolos de incumplir acuerdos que en realidad nunca firmaron. O cuando, finalmente, da cabida a las peticiones de la patronal vaciadora sin investigar sus cuentas pero ignora el derecho de los obreros a mantener su fuente laboral. Es más que claro, a esta altura, que el gobierno de Gutiérrez también es responsable de los despidos.

 

Las negociaciones han ingresado en un nuevo impasse. Es evidente que la patronal apuesta al desgaste. Como respuesta a las provocaciones patronales es necesario relanzar un plan de lucha, bien estructurado y organizado, con medidas que golpeen al Grupo BM y al gobierno provincial. ¡Vamos compañeros!