Sindicales
21/4/2011|1173
Mar del Plata: el triunfo de los obreros del pescado
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Ale
El paro activo y piquetero del Soip concluyó este lunes por la tarde en un triunfo. Había comenzado con paros parciales progresivos y con enormes manifestaciones, lo que puso enseguida, desde el miércoles 13 de abril, a la orden del día el paro por tiempo indeterminado y el bloqueo del puerto.
Luego de varias reuniones, bajo toda la presión política del Estado (funcionarios de todo nivel, prefectura, fiscales, etc.), incluida la amenaza de desalojo y hasta la amenaza de detención de la secretaria general del gremio, la cámara de los pulpos pesqueros (Caipa) firmó un acuerdo por el cual se aplica un aumento del 18% desde marzo pasado, un 6% en julio y un 6% en enero, este último no remunerativo. Muy por encima de la oferta inicial de 24% escalonado y todo no remunerativo.
Esta lucha tuvo varios puntos fuertes: el primero y principal, una disposición a la lucha del cuerpo de delegados, renovado y fortalecido por la incorporación de delegados de plantas “pymes”. Ahí anidó la fuerza para la movilización e incluso para rechazar la conciliación obligatoria, el mismo día que comenzó el paro total. Con el correr de los días, se puso en evidencia la fortaleza del paro y el apoyo popular con los trabajadores, por un lado, y se abrió la crisis entre las empresas y el gobierno, al punto que ni intentaron romperlo con carneros ni mediante la represión.
Un punto aparte merece la CGT, e incluso los Moyano, que estando en un congreso de la Juventud Sindical en Chapadmalal, sólo mandó una pequeña batucada el último día.
No se pudo superar el reclamo de los obreros de las “pymes” de incrementar el “mensual garantizado”, atado por convenio al mínimo vital y móvil del gobierno. Esto es una gran cuenta pendiente que acrecienta la necesidad de abrir las paritarias con delegados electos y revocable para unificar el convenio y liquidar esta lacra flexibilizadora de los convenios “articulados”. Se fortalece ahora la situación de los trabajadores que luchan por el blanqueo como en Cafiero y Pollio, y de las plantas como Valastro-Giorno y Barilari, las que están siendo vaciadas para sacarse de encima trabajadores con despidos y retiros “voluntarios”.
Con este proceso, queda superado definitivamente un período de campo abierto para la patronal, iniciado con la cooptación por el gobierno de los K de la camarilla de los “celestes” Salas-Verón, por un lado -un proceso que luego de la gran lucha de 2007 siguió, con Villaola (CTA-Yasky) en los márgenes del Soip.
Este triunfo ha sido un gran paso, no sólo en la recuperación salarial, sino en la recuperación del Soip como referencia obligada de lucha en el movimiento obrero de la ciudad.
Significa el debut exitoso de una nueva generación en el gremio, presente en el cuerpo de delegados.
La agrupación Bordó, que acompañó todo este proceso, deberá colaborar para sacar las mejores conclusiones de esta gran lucha y agrupar a lo mejor de este activismo.