El pasado martes, los trabajadores de los casinos estatales de la provincia de Buenos Aires nos expresamos en una masiva caravana en autos, arrancada desde las bases, con las consignas “compensación salarial ya” y “pase a planta permanente de los trabajadores” -algunos llevamos más de 15 años firmando contratos. Luego de concentrar a la altura de la rambla, a metros del tradicional ingreso al Casino Central, decenas y decenas de autos colapsaron en horas del mediodía el centro marplatense, pasando frente al Palacio Municipal y al monumento a San Martín, para luego ocupar ampliamente la avenida Luro, en sentido a la costa.

Mantuvimos las precauciones necesarias y el distanciamiento social para preservar a cada uno de los compañeros. Durante el recorrido logramos acaparar la atención de otros trabajadores y de la ciudadanía, que devolvían los bocinazos acompañando con las palmas y con una gran repercusión en medios locales y nacionales. Los carteles expresaban el reclamo más urgente, ya reconocido legalmente por el gobierno, pero no otorgado: “más de cuatro meses sin respuestas para las y los trabajadores, compensación salarial ya”. Incluso muchos responsabilizaban directamente al gobernador con un “Kicillof es responsable”.

A más de cuatro meses de comenzada la cuarentena, que se expresó para nuestro sector en el cese de las actividades y el cierre de las salas de juego, y que tuvo como consecuencia la feroz mutilación de nuestros ingresos, el gobierno de Kicillof no ha ofrecido a los trabajadores de casinos ninguna respuesta favorable. Agravado ello, además, por la indeterminación para los compañeros contratados de la postergación del pase a planta permanente, que antaño requería un trámite administrativo, pero que todos los gobiernos se negaron sistemáticamente a cumplir, forzando a introducirlo en incumplidas paritarias.

Con dos casinos con continuidad de hecho pero sin regulación normativa que lo avale, la sala de Valeria del Mar definitivamente cerrada, el Casino del Bosque en la nebulosa, inconvenientes de infraestructura y seguridad en el resto de las salas, sin Convenio Colectivo de Trabajo, con el congelamiento de paritarias (sólo cuatro mil pesos a cuenta de una futura e incierta negociación salarial), el vaciamiento del Ioma y su deficiente funcionamiento, la amenaza de modificación sobre el régimen previsional provincial, una inflación anual alimentaria estimada en 47% y una canasta familiar básica real que hoy trepa hasta los $65.000, la situación de los compañeros y compañeras es alarmante. Muchos de nosotros ya nos habíamos visto obligados a romper la cuarentena, exponiéndonos sanitariamente, para buscar alternativas que solventen el costo de vida propio y de nuestras familias.

Como contraparte, el gobierno nacional ha rescatado a los pulpos del juego privado, principales responsables del vaciamiento histórico del juego estatal, acordando con los mismos, al mejor estilo del pacto social de la UIA, la CGT y Alberto Fernández, la rebaja salarial para sus empleados. El gobierno provincial hace lo propio auxiliando a capitalistas como clínicas y sanatorios con fondos privados de nuestros aportes al Ioma y las instituciones privadas de educación. El objetivo de ello responde claramente, en un cuadro de concesiones al gran capital, acreedores buitres y su agenda impuesta para descargar la crisis sobre los sectores obreros y populares, a hacerse con los recursos económicos que le permitan cumplir con la onerosa e ilegítima deuda que están dispuestos a pagar.

En este cuadro, decenas de compañeros nos hemos estado organizando desde hace meses con el fin de resistir el embate ajustador. Impulsamos y acompañamos todas y cada una de las medidas debatidas y resueltas q

ue se expresaron a través del accionar de un cuerpo de delegados independiente de las conducciones sindicales. Desarrollamos desde un inicio la caracterización arriba señalada y expresamos la necesidad de desenvolvernos con independencia del gobierno, dado que no había ningún indicio que satisficiera nuestras justas y legítimas demandas actuales y el conjunto de reclamos y reivindicaciones postergadas.

En tal sentido responsabilizamos directamente al Ejecutivo provincial, quien desde un primer momento tuvo a su alcance la posibilidad de destrabar el conflicto a través de un decreto que estableciera la compensación salarial, e instamos a los compañeros a profundizar las medidas dado que las acciones mediáticas y digitales habían alcanzado límites concretos. Señalamos oportunamente que había que ganar la calle con manifestaciones, concentraciones o caravanas con los cuidados y precauciones necesarios. La comprensión del proceso, los desaires políticos del gobierno y aliados y las conclusiones a las que las y los compañeros fueron arribando llegaron, aunque tardíamente, a que las agrupaciones opositoras hayan convocado a esta caravana que se transformó en una acción de frente único contra el gobierno.

Desde nuestro espacio impulsamos, adherimos y militamos esta convocatoria que asumió su forma con los métodos históricos de lucha de los trabajadores e hicimos un llamamiento a la participación masiva del conjunto de compañeras y compañeros; a las conducciones sindicales de la AECN y AMS, que deben convocar ya a asambleas para debatir de qué manera darle continuidad a la lucha; a las y los compañeros de ATE, porque necesitamos darnos una política sindical conjunta e independiente de cualquier gobierno, golpeando como un solo puño para defender nuestros derechos. Tanto la Asociación Sindicales de Empleados de Casinos Nacionales (AECN), la Asociación Gremial de Empleados de Administración, Maestranza y Servicios de los Casinos Nacionales (AMS) y ATE pegaron el faltazo mostrando una vez más su integración al gobierno y falta de independencia política.

Desde Tribuna Casinera llamamos a que rompan el pacto social con el gobierno y se pongan definitivamente del lado de los trabajadores. Pese a que se rumorea que el día miércoles podría haber una propuesta económica concreta por parte del gobierno llamamos a todas las compañeras y compañeros a seguir organizándonos con el objetivo puesto no sólo en la conquista de la legítima compensación salarial, sino por el conjunto de los derechos.

El no pago de la deuda ilegítima y la aprobación del único proyecto de impuesto a las grandes fortunas ingresado y cajoneado en el Congreso son el punto inicial para que la crisis no la paguemos los trabajadores y se destinen esos fondos para salarios, salud, alimentos, vivienda, educación y jubilaciones.