Sindicales

18/8/2017

Marcha, corte y olla por la dignidad en Rafaela


Vecinos del Barrio Esperanza (ex asentamiento Villa del Parque), junto a organizaciones sociales y políticas, marchamos al municipio reclamando mejoras en las condiciones de vida.


 


Bajo la consigna “Nos niegan pero estamos”, los vecinos convocaron a una marcha que se llevó a cabo en el centro de la ciudad y culminó frente al Palacio Municipal con la instalación de una olla comunitaria.


 


Los compañeros y las compañeras vienen luchando y reclamando desde hace años por mejoras en el barrio, tales como el acceso a la luz, el agua y la salud, reclamos que constantemente son ignorados. Han presentado notas a Desarrollo Social, pedido reuniones con el intendente Luis Castellano y hasta hubo reuniones con los concejales, pero los vecinos no han obtenido ningún tipo de respuesta.


 


El pasado 7 de agosto, otra olla popular se llevó a cabo, como respuesta el secretario de Desarrollo Social, José Luis Rossetto, quien lanzó graves acusaciones y ataques a los vecinos y a las agrupaciones sociales y políticas que apoyan sus reclamos. El funcionario en cuestión declaró que “los vecinos mienten”, haciendo referencia a que lo que reclaman ya lo tendrían y que “siempre que llegamos a un acuerdo con ellos, [pero] luego cambian de idea por culpa de las organizaciones”. Asimismo, acusó a los vecinos de llevar adelante una “operación política” para desprestigiar al oficialismo local, a cargo del PJ.


 


Nora, compañera del barrio, remarcó que quien miente es Rosetto y que “si ya tuviéramos [lo que el funcionario dice] los que estamos reclamando no estaríamos acá”. También enfatizó que el reclamo “lleva más de dos años y que está lejos de ser un acto político contra alguien”.


 


Los vecinos se mantienen alertas y predispuestos a continuar la lucha, indican que no van a aceptar negativas y que si siguen siendo ignorados continuarán con las manifestaciones.


 


Vivienda para los trabajadores, no para los especuladores


 


Rafaela es una ciudad con una grave crisis habitacional, más de 5.000 familias están anotadas en el Instituto Municipal de la Vivienda, mientras que el negocio privado de las inmobiliarias crece de manera obscena.


 


Desde el Partido Obrero acompañamos el reclamo de los vecinos, pero también somos conscientes que la lucha no termina ahí. Impulsamos la organización de todas las barriadas populares y el conjunto de los trabajadores para luchar por el derecho al acceso a la vivienda y la urbanización de los asentamientos.


 


Vamos por la victoria de los vecinos del barrio Esperanza. Y por un plan integral de viviendas.