Sindicales

8/8/2020

Marcha de repartidores en Rosario: ¿qué implica la modalidad del monotributo?

Este martes, alrededor de 150 repartidores se movilizaron al Concejo Deliberante de la Ciudad de Rosario para manifestar que no desean ser regularizados y exigen continuar trabajando como hasta ahora: bajo la figura de autónomos y monotributistas. “Queremos mantener nuestra forma de trabajo, donde nosotros establecemos nuestra manera de trabajar sin que nadie nos imponga un horario” y “no al sindicato” fueron las principales consignas.

En Rosario existen alrededor de tres mil trabajadores de reparto de pedidos gestionados por aplicaciones, de los cuales solo 55 están incluidos en el convenio colectivo de trabajo, es decir: con una jornada laboral de 8 horas diarias por un salario fijado por la escala salarial de Comercio. Un repartidor monotributista obtiene, en promedio, una ganancia por pedido de entre $60 y $70 por viaje -vale aclarar: congelado desde hace dos años. Dicho de otra manera, un trabajador de estas características debe necesariamente sobreexplotarse para poder alcanzar un salario promedio que le permita vivir, sin contar cualquier costo que deba afrontar en el mantenimiento del vehículo que utilice que, claro está, corre por cuenta del propio repartidor.

No obstante, este es solo uno de los aspectos de la precarización. A ello tenemos que sumarle que no cuentan con ART, algo elemental para cualquier trabajador, pero que en el caso de los repartidores adquiere una importancia mucho mayor ya que se trata de trabajadores que están expuestos, de manera constante, a accidentes de tránsito o robos por el tipo de labor que desempeñan.

Por otro lado, las empresas tampoco se hacen cargo de cubrir otros derechos básicos de los trabajadores: no solo no está garantizada la comida para sobrevivir tantas horas en la calle sino que, además, no han provisto a los repartidores de los elementos de higiene y seguridad básicos en el contexto de la pandemia del Covid-19, sumando otro gasto más a cargo de cada repartidor. La empresa se limita a aconsejar cuidarse y lavarse bien las manos. ¿Dónde? Donde puedas, porque tampoco cuentan en la ciudad con una sede para utilizar sanitarios, descansar o comer.

“Sé tu propio jefe”: un espejismo capitalista

La crisis de empleo que atraviesa el país es terreno fértil para la proliferación del trabajo precario que ofrecen las empresas de reparto. De este recurso se valen para colocar falsas expectativas. Eslóganes como “sé tu propio jefe” u “organízate a tu ritmo” esconden una superexplotación que no solo debe ser valorada en función del salario que se obtiene, sino también de las condiciones en las que se trabaja (obra social, aportes jubilatorios, ART. etc.). También debe medirse en relación a las abultadas ganancias que obtienen las empresas. Hace unos días, por presión del sector gastronómico, el gobierno de la provincia se vio obligado a aplicarle una multa a Pedidos Ya porque “hubo un incremento desmedido de las comisiones durante el transcurso de la pandemia lo que ha cuadruplicado la facturación de la empresa en pocos meses” (La Capital, 28/7).

De la movilización al Concejo Deliberante, participó una parte de trabajadores que defienden el monotributo, entre otras cosas, porque rechazan el magro salario promedio del convenio colectivo de Comercio, el cual ronda los 37 mil pesos. Pero las patronales se aprovechan de ese reclamo en favor de la continuidad del monotributo, para reforzar las condiciones de explotación sobre el conjunto de los trabajadores repartidores. No tenemos que permitir que una parte de los trabajadores sean usados contra el resto de los repartidores. Ese enfrentamiento solo beneficia a las patronales de reparto.

Desde ATR (Agrupación de Trabajadores de Reparto) estamos discutiendo un proyecto de regulación que contenga a los compañeros trabajadores de reparto y que, por tanto, requieran una relación laboral en blanco. Que tengan garantías de derechos laborales, ART, entre otros. Además, el proyecto contempla un salario igual a la canasta familiar y un régimen de trabajo menor a 8 horas por la actividad desgastante que realizan los repartidores. Pero esto solo será posible con la lucha organizada entre todos los trabajadores, de planta y monotributistas, en contra de las patronales y los gobiernos que permiten el gran negociado de las empresas a costa de la vida de los trabajadores.