Una masiva asamblea de docentes de la ciudad de Buenos Aires convocada por Ademys, con características abiertas, se desarrollaba en la sede gremial y perfilaba una votación contundente por el paro de 72 horas con continuidad. La asamblea se desarrollaba con la socialización de los mandatos por escuela, el repudio a la iniciativa estatal de reclutamiento de “voluntarios” (carneros) y las críticas a la dirección nacional de CTERA, cuyo plan de lucha es acotado y sin continuidad. Las mociones apuntaban a una votación que decretara el paro el 6, 7 y 8 de marzo y una nueva asamblea para votar la continuidad del plan de lucha. 

 

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