Más de 300 trabajadores de prensa -en pleno febrero- colmaron el sábado 20 el anfiteatro de ATE en la asamblea del Sipreba. Allí se eligió la Junta Electoral para las próximas elecciones del gremio y se aprobaron importantes resoluciones de lucha para enfrentar la generalizada ofensiva patronal que tiene sus puntos más altos en el vaciamiento del kirchnerista Grupo 23, al que ahora se suma el anuncio de la patronal K de los Olmos, de cerrar la redacción de Pompeya de los diarios BAE y Crónica, a la cual fueron confinadas las respectivas comisiones internas y los compañeros que resistieron la multitarea y el intento de liquidar la organización gremial.

 

Se aprobó por unanimidad concurrir a la marcha convocada por ATE para el próximo 24. Al finalizar se irá a la Jefatura de Gabinete para reclamar al gobierno que no le dé el dinero de la pauta a los vaciadores (Szpolski, Garfunkel, Richarte o Mariano Martínez Rojas) y que se paguen los salarios a los trabajadores del Grupo 23.

 

Un plenario de delegados definirá esta semana acciones de todo el gremio en apoyo a las luchas en curso y en solidaridad y defensa de la comisión interna de Perfil, procesada penalmente.

 

Se decidió que el Sipreba participará con una columna en la marcha del 24 de Marzo en rechazo y repudio a la dictadura militar en el 40 aniversario del golpe.

 

También se aprobó un documento donde se repudia y rechaza el “protocolo” impulsado por el gobierno macrista. “Los trabajadores de prensa no aceptamos ‘liberar la zona’ para que la policía reprima sin que queden evidencias. No nos van a encerrar en un corralito”, dice con firmeza el documento. 

 

Hubo destacadas intervenciones de los compañeros de Tiempo Argentino, que llevan más de 15 días de permanencia en el edificio del diario que quieren vaciar Szpolzki, Garfunkel y el hombre de paja Martínez Rojas y de los compañeros de Radio América, que están de paro desde hace 40 días contra los mismos vaciadores.

 

Los compañeros de BAE y de Crónica denunciaron a los Olmos, hombres de Antonio Caló y amamantados de la teta del Estado durante el gobierno K, del cual recibieron decenas de millones de pesos en pauta publicitaria.

 

Asimismo, se denunció la situación en AGEA-Clarín, la otra cara del vaciamiento, con 200 retiros voluntarios en dos años y con el deterioro permanente en las condiciones laborales. Y se planteó tomar lo que fuera aprobado en la asamblea de AGEA-Clarín de reclamar una suma fija de 6.000 pesos por única vez, un adelanto del 20% a cuenta de la paritaria 2016 y la apertura inmediata de las negociaciones con un pliego de incremento salarial del 40 por ciento.

 

Marcando el carácter de clase del Sipreba con el permanente canto “es un sindicato de los trabajadores, ni de los gobiernos ni de los patrones”, el activismo también saldó cuentas con el sector K (La Gremial) que había saboteado la formación del nuevo sindicato, se calló la boca frente a los atropellos y censura en los medios públicos durante la gestión kirchnerista y ahora fue a la asamblea a reclamar “puestos” en la Junta Electoral y en la lista para las elecciones que presenten las agrupaciones, comisiones internas y centenares de compañeros que pusieron el lomo para la puesta en pie del Sipreba.

 

Un compañero les recordó que Martín Sabbatella, un integrante de su espacio, era el que le prestaba la clique a la burocracia de la UTPBA para llenar las asambleas de junta electoral, otra compañera destacó que en el cierre del diario Crítica, que dejó a casi 200 compañeros en la calle, ni el gobierno kirchnerista ni su ministro de Trabajo, Carlos Tomada, hicieron absolutamente nada por mantener la fuente de trabajo ni por los despedidos.

 

La Junta Electoral de unidad del activismo del Sipreba se aprobó por 153 votos y hubo 47 abstenciones del kirchnerismo (votaron sólo los afiliados, aunque en la asamblea también participaron compañeros no afiliados). Un nuevo paso adelante en el fortalecimiento del nuevo sindicato de Prensa.