Sindicales

15/3/2007|983

Masivo no inicio en Neuquén


Más del 90% de las escuelas de Neuquén amanecieron cerradas el lunes 5. El gobernador debió buscar una aislada escuela del interior para realizar la parodia del inicio de clases. Los trabajadores de la educación de la Capital pararon con fuerza y las dos asambleas semanales (600 asambleístas) votaron la continuidad del no inicio y el llamado a que Aten convoque a una reunión de todos los sindicatos y direcciones combativas del país para coordinar y unificar la lucha.


 


Ha quedado establecido, por otra parte, que no se negocia sin el pase a planta de los compañeros contratados y subsidiados. También que el reclamo de salario igual a la canasta familiar debe incluir el pase al básico de las sumas fijas y el presentismo; un punto fundamental para la unidad real con los auxiliares precarios.


 


El no inicio entró en su segunda semana con un acatamiento al paro sostenido y con una masiva movilización que el miércoles 7 llegó a Casa de Gobierno con casi 6.000 trabajadores de la educación


 


El “no inicio” y la huelga general


 


La fuerza de la huelga ha descolocado al gobierno (renunció el odiado ministro de Educación), que está aferrado a una oferta inadmisible (que no supera el salario de pobreza). El gobierno tiene a su favor la política de la CTA, que no tiene el menor interés en unir esta lucha a la de los estatales y judiciales de la provincia, ambos con reclamos por el salario. El secretario general de Aten, por su parte, ha dicho que si hay “una buena oferta” las clases recomienzan y trata de encuadrar a las asambleas insistiendo en que necesitamos un "paro corto" y sin piquetes.


 


El jueves 8 de marzo, ante la presión de los propios compañeros por establecer una consigna salarial clara, la dirección provincial salió por los medios a anunciar que para negociar se necesita un mínimo del 40% por sobre los 1.040 pesos de Nación (o sea, 1.456 pesos de bolsillo, sin precisar una suma para el básico ni si ese aumento respetaría la escala salarial).


 


Se puede


 


Tribuna Docente plantea que la política de la burocracia prepara las condiciones de un nuevo cierre de la lucha por un aumento ínfimo. Los docentes de Neuquén libraron dos enormes huelgas en los últimos cinco años, la de 2003 —más de 30 días que culminaron en una gran derrota- y la de 2006 -que no pudo superar la política oficial del “salario de pobreza”.


 


Una batalla en regla exige primero claridad en los objetivos. En primer lugar, un básico de emergencia de 1.600 pesos (incluidas las sumas fijas y el presentismo), o sea 1.800 pesos de bolsillo para un inicial (lo que de paso permitiría unificar a los docentes con los reclamos de los trabajadores estatales y judiciales), y la efectividad de los precarios. En segundo lugar, el voto por la continuidad del no inicio por estos objetivos. En tercer lugar, para viabilizar esta política llamamos a un frente de las seccionales recuperadas (Plottier, Centenario, etc.) para crear una alternativa de victoria en la lucha empeñada.


 


Un paso importante ha sido la constitución de los distritos en la Capital como una potencial herramienta para que cada trabajador de la educación tome la lucha en sus manos.


 


Las reuniones de estos distritos han dejado expuestas algunas inquietudes fundamentales para definir una política de victoria: 1) la necesidad de definir el reclamo salarial con precisión; 2) la advertencia de que no se aprovecha todo el potencial con que arrancó la huelga; 3) la unidad de auxiliares y docentes debe superar el consignismo y establecer con claridad que cualquier conquista salarial nos incluirá a todos los trabajadores de la educación (docentes, auxiliares de servicio y administrativos).


 


Sobre el último punto es imperioso, para que la unidad no sea declamativa, que los distritos convoquen a reuniones con los auxiliares, de modo de sumarlos a la huelga, ya que hasta el momento la participación es mayoritariamente docente.