Sindicales
12/9/2023
Massa-CGT: “Épica peronista” para disimular 20 años de confiscación a los salarios
Mientras la burocracia sindical dejó pasar, el sindicalismo combativo libró la lucha contra el Impuesto al Salario.
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Acto de Massa con la CGT.
El anuncio de las modificaciones en el régimen de Ganancias que realizó el ministro de Economía y candidato presidencial Sergio Massa no fue en el marco de un evento protocolar: el candidato de Unión por la Patria se rodeó con los dirigentes de la burocracia sindical cegetista, emulando una “épica peronista”, para tratar de capitalizar el impacto de una medida que el oficialismo combatió durante largos años y la burocracia entregó una y otra vez. Solo el sindicalismo combativo y clasista se organizó y luchó, incansablemente, contra la confiscación de los salarios obreros.
Massa armó un acto con la CGT en Plaza de Mayo para hacer el anunció de la suba del mínimo no imponible de Ganancias para la cuarta categoría hasta $1.770.000 y el envío de un proyecto de ley al Congreso para la cristalización de este mecanismo que excluiría a la casi totalidad de los trabajadores asalariados del pago de Ganancias.
El candidato presidencial aprovechó la ocasión para irradiar su cinismo a la convocatoria, alertando a los trabajadores para que “no vayan a comprar dólares” con el dinero recuperado de sus salarios. Se trata de un insulto a los trabajadores cuando el gobierno indexa a los capitalistas y al capital financiero con bono atados al dólar, y beneficia a los exportadores con tipos de cambio y regímenes especiales. Los asalariados son los únicos que no pueden preservar su poder adquisitivo… de las devaluaciones de Massa y el FMI.
Una historia de claudicaciones y luchas
La derogación del Impuesto a las Ganancias sobre la cuarta categoría es un reclamo obrero de casi dos décadas, contra la aplicación sucesiva de los gobiernos capitalistas contra los trabajadores. Dio lugar a escisiones al interior de la propia burocracia sindical y de una parte de estos con el gobierno, pero particularmente tuvo al sindicalismo combativo y clasista como protagonista de esta lucha, desenvolviendo procesos de organizaciones independientes, asambleas y plenarios obreros, y movilizaciones y acciones de lucha para terminar con la confiscación.
Por el lado de la burocracia, el creciente impacto de la confiscación sobre los trabajadores y el propio agotamiento del gobierno de Cristina Kirchner también trajeron rupturas al interior de la misma, con el despegue de Hugo Moyano a quien la expresidenta trató de “liberal cuando le tocan el bolsillo”, justificando que un 20% de los 9 millones de trabajadores registrados (casi 2 millones de afectados) paguen Ganancias.
Moyano llegó a convocar algunas acciones, como un masivo acto a Plaza de Mayo, pero siempre en la tónica de reposicionarse en la disputa con el gobierno nacional y lejos de un plan de acción por la conquista de la derogación, con el paro nacional y la huelga como destino final.
Para el sindicalismo combativo, en cambio, la lucha contra el gravamen significó un punto de reagrupamiento desde las convocatorias de la seccional San Fernando del Sutna, en 2013, a plenarios obreros con eje en la eliminación del Impuesto al Salario, desde donde ya se denunciaba la orientación de Sergio Massa de “aumentos controlados” del mínimo no imponible.
Estos plenarios se traducían en resoluciones de lucha y en movilizaciones callejeras y actos numerosos con la participación del sindicalismo clasista y combativo, con las seccionales recuperadas como la del Sutna San Fernando, la seccional oeste de la Unión Ferroviaria, la AGD-UBA y diversas comisiones internas, cuerpos de delegados, agrupaciones sindicales, activistas y partidos políticos de la izquierda.
Como parte de esta lucha, la izquierda, a través del Partido Obrero y el Frente de Izquierda, presentó un proyecto de ley para la eliminación del Impuesto a las Ganancias sobre la cuarta categoría. Lo que fue cajoneado por el gobierno y la oposición patronal, en sucesivas presentaciones.
Bajo el macrismo la burocracia sindical no se animó más que a algunas enunciaciones del problema y a la novedad de los “paros domingueros” en los días feriados. Mientras que con Alberto Fernández, Cristina y Massa no pasaron de cabildeos y reuniones donde “se mostraron preocupados” por el tema.
Toda la burocracia, inclusive Hugo Moyano, claudicaron en la lucha contra la confiscación de los salarios, y terminaron por convertirse en socios de la aplicación del ajuste del gobierno y el FMI.
La lucha por la derogación definitiva del Impuesto a las Ganancias sobre la cuarta categoría no puede estar en manos de sus detractores, sino que será impulsada por el sindicalismo que creció y se fortaleció al calor de desenvolver a fondo estas reivindicaciones.
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