Sindicales

13/7/2006|954

McDonald’s: El tercerismo “mata”

El domingo pasado un joven ‘llevador’ de McDonald’s murió en un ‘accidente’ de tránsito en el centro de la Ciudad. Pero no se trató de un accidente. La agrupación de Trabajadores Unidos de McDonald’s (TUM), que surgió luego de la lucha y la toma del local el año pasado y recientemente ha electo a dos delegados en el Sindicato de Pasteleros, viene denunciando hace rato las condiciones a las que McDonald’s somete a los ‘llevadores’  (delivery) a través de la tercerización del servicio en manos de Correogrupal.com. La tercerización es lo que permite a McDonald’s imponer condiciones draconianas y “no responder en caso de accidentes de trabajo” (Boletín Nº 1 del TUM, 20/8). Así los compañeros no cuentan con el ‘plus’ por mantenimiento de los vehículos (bicicletas y motos), no se les otorgan los cascos a los chicos que trabajan en bicicleta, no tienen ropa para lluvia, y trabajan bajo un régimen de entregas cronometradas (si no entregan en un lapso determinado se les descuenta el ‘plus’ por pedido, y son ‘premiados’ por velocidad). Esto sin contar que cuántos más pedidos se entregan más propina se junta, algo fundamental para tratar de llegar a fin de mes con el salario miserable de 3,5 pesos la hora (antes de la toma cobraban 1 peso). Los reiterados reclamos de los trabajadores para mejorar las condiciones de seguridad fueron desoídos por Correogrupal.com, que amenazó incluso con abandonar el servicio frente a la firma de una acta entre el Sindicato de Pasteleros y la cámara empresaria por unas cifras no remunerativas de 100 pesos durante tres meses.


La respuesta de los llevadores fue inmediata: impusieron, frente a la negativa de la patronal, un paro de 48 horas para asistir masivamente al velorio y el entierro del compañero. Están comenzando a convocar a una asamblea para resolver un pliego y un plan de lucha para terminar con la inseguridad laboral y el tercerismo.


El compañero muerto no era un trabajador efectivo de Correogrupal.com, era ‘franquero’ por ‘dos mangos’ los fines de semana. Uno más de los millones de jóvenes que son víctimas de la explotación y la miseria. Exigimos justicia para el compañero y su familia, y el inmediato saneamiento de las condiciones de trabajo de los llevadores a partir de su pase a la planta de McDonald’s.


No fue un accidente, fue otro crimen capitalista.