Luego de la muerte del “llevador” Jorge Hernán Lucracio, provocada por la precarización laboral y el tercerismo, McDonald's no ha escarmentado. Muy por el contrario.

La patronal, que debiera haber indemnizado a los familiares y, en forma inmediata, revisado y garantizado todos los mecanismos de seguridad como los cascos para todos los pibes, poner fin al pago de premios por “productividad”, hacerse cargo del "plus" por mantenimiento de las motos y bicicletas, ropa para la lluvia, pagar salarios que no hagan depender de la propina la llegada a fin de mes, etc., por el contrario, pretende aprovechar la oportunidad para reprimir al activismo que lucha.

Es que la empresa Correogrupal.com (tercerizada de delivery) avanzó, primero, en la suspensión del compañero Marcos "chipi" Godoy, del TUM, por haber participado junto con otros compañeros del entierro.

Luego, al participar en la movilización a McDonald’s, resuelta en asamblea conjunta de llevadores, familiares y amigos de Jorge, en reclamo de la indemnización correspondiente y por las condiciones de seguridad, se produjo el despido del compañero “con justa causa”. La patronal negrera no ha escarmentado y, por el contrario, pretende aprovechar la indignación de los trabajadores que se lanzaron a la lucha para despedir a su principal activista.

El delegado afín al sindicato de pasteleros, que había convocado a asistir al entierro, ahora tiene que ponerse, junto con el sindicato, a la cabeza de la lucha por la reincorporación de Chipi.

Se han juntado ya más de 60 firmas para presentar en el Ministerio de Trabajo, denunciando la persecución gremial al compañero y reclamando su reincorporación y se realizará una asamblea que fije el rumbo de un plan de lucha para que la patronal recule. La defensa de Chipi concentra la lucha contra el tercerismo, la muerte y la precariedad laboral.