Omar Maturano, secretario general de La Fraternidad, el gremio de los conductores de trenes, anunció una medida de fuerza nacional para el próximo jueves 30 en reclamo de aumento salarial.

La medida consiste en conducir las formaciones a una velocidad máxima de 30 km por hora, lo cual generará una demora considerable y cancelaciones en los servicios.

El sindicato denuncia que el período anual de la paritaria del sector experimentó 287% de inflación contra 208% de aumento en los salarios, por lo que rechaza cerrar la negociación 2023-2024 y reclama recuperar lo perdido para el período abril-mayo. En el caso de que no haya avances en la negociación, La Fraternidad planea un paro nacional para el próximo 4 de junio.

La última acta salarial acordó el cobro del bono del Día del Ferroviario del 1° de marzo y otro bono por presentismo que ya formaba parte del sueldo. Básicamente, el pago de una deuda salarial.

En contrapunto con la resolución de La Frate, la Unión Ferroviaria, Señaleros y Apdfa acordaron cerrar este período anual con un aumento del 9,2% a partir de mayo y un pago por única vez del 2% sobre la escala de marzo.

Ninguno de los gremios convocó a asamblea o consulta alguna a los afiliados. Las negociaciones se llevan adelante completamente de espaldas a los trabajadores.

Sin embargo, es claro que los acuerdos vienen respetando la pauta que dicta el gobierno para todos los gremios estatales y significa una caída en picada de los salarios frente a la inflación.

Por otra parte, ninguno de los gremios se ha plantado frente a la certeza de los despidos masivos inminentes que el gobierno anunció en todos los ferrocarriles y que sólo están a la espera de que el Ministerio de Economía disponga los fondos ya presupuestados por el directorio de Trenes Argentinos.

Muy por el contrario, mientras el gobierno evalúa la venta total del ferrocarril (material rodante, infraestructura y propiedad inmueble) a fondos de inversión, Maturano ya ha declarado que se opone a este tipo de privatización, pero no a un esquema de concesión como el de los ’90, que dejó 70 mil ferroviarios en la calle, decenas de miles de vías férreas abandonadas y cientos de localidades del interior sin comunicación terrestre. Una verdadera tragedia social.

En el caso de la Unión Ferroviaria, el secretario general Sergio Sasia vuelve a carnerear una medida de fuerza y los medios mencionan que se reúne todas las semanas con los funcionarios de Transporte para acordar los términos del ajuste y los despidos.

La burocracia sindical ferroviaria se dispone a entregar a los trabajadores, como en el pasado. Ninguno de los sindicatos llama a movilizar contra la aprobación de la ley Bases en el Senado.

Los trabajadores debemos intervenir. Debemos tomar en nuestras manos las medidas resueltas por La Fraternidad, para exigir asambleas en cada ferrocarril, votar un verdadero plan de lucha en defensa del salario, contra el ajuste y los despidos, repudiar los tarifazos y exigir a todos los sindicatos movilizar frente al tratamiento de la ley en el Senado.

Ni privatización total ni concesiones. Pongámonos de pie por la nacionalización integral de los ferrocarriles bajo control de los trabajadores.