Este jueves 15 trabajadores y trabajadoras contratistas de viña y frutas de Mendoza se movilizaron desde el Nudo Vial hasta la Subsecretaría de Trabajo en el marco de las negociaciones paritarias. Los contratistas exigen un aumento que iguale su salario a la canasta familiar, ya que actualmente cuentan con salarios por debajo de la línea de pobreza, e indigencia en muchos casos.

La mesa paritaria se encuentra dirigida por el Sindicato Único de Contratistas de Viñas y Frutales. Las denuncias de los trabajadores anuncian un acuerdo a la baja que favorece a las patronales y que deja en la miseria a los afiliados.

El principal reclamo de los contratistas es el del 120% de aumento en el pago por hectárea trabajada (de $3.099-3.500 a $6.800) y su actualización según inflación.

Actualmente, un contratista puede ganar salarios de 30 mil pesos sosteniendo 10 hectáreas, junto al 18% de la cosecha que puede elevar el monto a unos 70 mil pesos mensuales, siempre y cuando la cosecha sea exitosa y pagada en tiempo y forma.

Es un trabajo que implica una gran carga laboral y en la que interviene todo el grupo familiar. Ante esto, proliferan los changarines y las personas que se van de los campos en busca de trabajos mejor pagados.

Actualmente, la canasta básica se encuentra por encima de los 130 mil pesos en la provincia. Estos salarios no cubren ni siquiera el 30%. Se reduce así a las familias contratistas a un trabajo de servidumbre, en beneficio de las patronales y los acumuladores de tierras.

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Esto contrasta fuertemente con las ganancias generadas por los tenedores de tierra, las acopiadoras y las bodegas que ganan millones de dólares con las vendimias. Sumado a esto, están las políticas del gobierno provincial y nacional  hacia los grupos beneficiados, productores y bodegueros que reciben sistemáticamente subsidios y exenciones impositivas.

La lucha unificada de obreros de bodega, de fincas y contratistas es una de las tareas centrales para establecer un plan de lucha que resulte en la victoria de quienes viven de su trabajo. El aumento del salario por encima de la canasta básica y que la ayuda del Estado se destine a los trabajadores y no a  las patronales especuladores y explotadores, por condiciones dignas de trabajo, son las banderas que hay que defender y sobre ellas articular la lucha por una vendimia de los trabajadores.