Sindicales

21/9/2020

Mendoza: el 23 a las calles con los trabajadores de la salud

La cita es a las 9 horas en la puerta del Hospital Central para movilizar a Casa de Gobierno.

Una asamblea virtual autoconvocada de licenciades en enfermería de distintos hospitales de Mendoza resolvió movilizar el 23 de septiembre por la defensa del salario, de las condiciones laborales y de la salud pública en general. Forma parte de la convocatoria, también, el Sitea (Sindicato de Trabajadores del Estado Autoconvocado).

El lunes 21, en el Día de la Sanidad, habrá una conferencia de prensa desde el Hospital Notti sobre la situación en el sistema de salud, anunciando las medidas a seguir. Este día habrá movilizaciones de la salud en todo el país, cuando en un marco de emergencia sanitaria, que ya lleva seis meses, el único reconocimiento de parte de los gobiernos nacional y provinciales ha sido en palabras y aplausos.

Con aplausos no se come ni se educa ni se cura

Según el último informe del Indec, en agosto una familia necesitó $18.972 para no ser indigente. En Mendoza, los “prestadores” -enfermeros, kinesiólogos, técnicos- están cobrando $20.000, apenas superando esta barrera. Son quienes dejan todo, incluso la vida, en “la primera línea” de los hospitales y centros de salud colapsados. Quienes están en planta permanente apenas superan la Canasta Básica Total “oficial”, que marca la línea de pobreza.

El decreto de pases a planta interina, conquistado por los trabajadores en lucha, está siendo incumplido por el gobierno de Rodolfo Suárez. No se respeta la antigüedad ni la criticidad de servicio y se obliga a las licenciadas en enfermería a firmar el pase en un régimen que no es el profesional. El cronograma, que todavía nadie conoce con detalle, terminaría en diciembre de 2021; es decir que la mayoría de estos trabajadores atravesará toda la emergencia sin derechos laborales básicos, como ART.

Vaciamiento y privatización: comorbilidad previa

La reducción del gasto fiscal ha sido política de Estado durante décadas. Para el FMI y para los gobiernos que acuerdan con ese organismo la salud pública no es más que un gasto que hay que recortar y transformarlo en fuente de ganancia para unos pocos.

Con esta premisa se avanzó en privatizar sectores enteros adentro de los hospitales, como limpieza, cocina y sectores administrativos. Fue creciendo la precarización laboral en detrimento de la planta permanente y los hospitales se fueron quedando “chicos” frente al crecimiento poblacional. En simultáneo a este proceso, proliferaron las clínicas privadas, al punto que al empezar la pandemia las camas de UTI privadas duplicaban a las públicas.

La falta de insumos, personal y equipamiento es un reclamo que lleva años en el sector de la salud. La pandemia profundizó la crisis, pero no la generó. Las nuevas medidas cambiarias que anunció Alberto Fernández solo traerán mayor depreciación del peso y por lo tanto de los salarios y del presupuesto de salud en general. Las únicas “garantías” que puede dar el gobierno en las nuevas conversaciones con el FMI, son más ajuste para el pueblo.

“Con los sindicatos a la cabeza o con la cabeza de los sindicatos”

Semejante ataque a las y los trabajadores no sería posible sin la tregua de las burocracias sindicales que han hecho poco y nada por los salarios, el aguinaldo o las condiciones laborales. Incluso algunos “dirigentes” sindicales han atacado y amenazado a las referentes de las asambleas.

La deliberación y organización en los hospitales es cada vez más fuerte y más grande. Hace casi 20 años, un proceso que empezó con características similares terminó conquistando pases a planta permanente masivos, aumentos de salario extraordinarios y mejoras en los convenios colectivos, al tiempo que desplazó a la burocracia sindical del momento y puso en pie el ATE que todos conocimos, bajo la conducción de Raquel Blas. Hoy en día, con un ATE vendido, nos toca nutrirnos de aquella experiencia y volver a hacer de la salud mendocina una referencia de lucha.

Vamos con toda a la marcha del 23, por el salario, el aguinaldo, la estabilidad laboral y por la defensa incondicional de la salud pública.