El reciente asumido Intendente Raúl Rufeil, de la UCR, había prometido en campaña en varios medios de comunicación que no ejecutaría despidos, pero una vez asumido empezó a batir el parche del ajuste anunciando que el municipio se encuentra en un estado de quebranto que ponía en duda el pago del aguinaldo y salarios.

Esto fue la antesala para terminar el contrato de más de 200 agentes municipales, valiéndose de la precarización que se encontraban los municipales luego de 16 años de gestión peronista en el departamento.

El ajuste incluyó a todos los sectores. Desde administrativos del edificio, empleados del Concejo Deliberante, pero principalmente del sector de servicios públicos, encargados de la limpieza y recolección. En una clara señal al sector empresarial, ya que este es el lugar por donde viene avanzando las privatizaciones de los municipios de la mano de la empresa Santa Elena.

Esta es la línea de ajuste anunciada por el Gobernador Suárez, que luego de tener que retroceder en su política de saqueo de recursos naturales, rebelión popular mediante, salió a reclamar austeridad anunciando el congelamiento de tarifas y principalmente de dietas de los funcionarios. El verdadero contenido del ajuste es contra la familia trabajadora, comenzando el recorte por el hilo más delgado que son las comunas, política que han acordado con Fernández, para dar garantías del pago de la deuda con el FMI.

En esta línea se le ha extendido la jornada laboral al resto de los empleados con una compensación salarial que está muy lejos de corresponder a este aumento de horarios de prestación. Al igual que se preveen nuevos despidos en los galpones municipales, principalmente servicios públicos, los jardines municipales, entre otros.

La primera respuesta de los trabajadores fue concentrar esta mañana en la puerta de la municipalidad encontrándose con la negativa de Rufeil de recibirlos. Se prepara una movilización para la mañana del próximo lunes, de la cual participaremos desde el Partido Obrero convocando a motorizar un plenario de delegados de base de toda la provincia, para enfrentar los despidos, los techos salariales y la precarización que se avizora con la paritaria en todos los sectores provinciales y municipales.