El día jueves 29 se realizó una movilización a Casa de Gobierno en lo que fue una nueva jornada de lucha de les trabajadores de la salud, residentes mayoritariamente, acompañada por trabajadores estatales en general. Recibidos por vallas que no pudieron detenerlos, ganaron primero la explanada de Casa de Gobierno y luego montaron un acampe para pasar la noche y visibilizar el conflicto.

En la mañana del 30, desde temprano arrancó el paro de residentes con un altísimo grado de acatamiento. Se cortó el ingreso a la playa de estacionamiento de funcionarios provinciales y luego la calle de acceso. Al intentar ingresar la directora de recursos humanos del Ministerio de Salud, Pamela Cuartara, le pidió a la policía que reprimiera a les residentes y les sacó fotos para amenazarlos. Es un claro ejemplo de la vocación patoteril y de amedrentamiento con la que el gobierno ha manejado el conflicto, pretendiendo meter miedo para evitar los reclamos.

La fuerte movilización obligó a la ministra de Salud, Ana Nadal, a recibir a les delegados y comprometerse a reabrir la paritaria. Hablamos con Ludmila, residente del Hospital Notti, quien nos refirió que le reclamaron a la ministra en primer lugar el tema salarial, pero además por su formación académica, que fue resentida con la pandemia de Covid, el derecho a posguardia, la situación en residencias del sector privado, etc. También comentó que seguirán con las medidas de fuerza hasta tener respuestas concretas de parte del gobierno y el fin de las amenazas y persecuciones.

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La jornada fue impulsada por la Asamblea de Residentes, espacio que nuclea tanto a las residencias médicas como no médicas y que han adoptado los mejores métodos de organización sindical: la discusión en asamblea, la elección de delegados y los planes de lucha votados democráticamente. Esto da una gran fuerza a la Asamblea, ya que garantiza que defenderán los intereses del conjunto de les trabajadores y no de un puñado de burócratas.

Un triunfo del reclamo de les trabajadores de la salud sería un hecho significativamente positivo. Por un lado, porque sería derrotar la política de ajuste y vaciamiento sobre la salud de los gobiernos patronales, y por otro, porque el triunfo alentaría al resto de trabajadores a seguir sus pasos. Las experiencias recientes de los Elefantes en Neuquén, o la Asamblea de Residentes y Concurrentes en CABA demuestran que se puede ganar. Y el ánimo aguerrido de les residentes y la convicción de seguirla hasta el final son muy buenas señales. Si ganan les trabajadores de la salud, ganamos todes. Sin residentes no hay hospital.

 

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