A principios del mes de septiembre fueron clausurados los portones de la cooperativa Coreme -Cooperativa de Recuperadores Mendoza-, ubicada en el departamento de Las Heras. La misma se dedicaba a la gestión de residuos sólidos urbanos y estaba compuesta íntegramente por recuperadores que están asociados desde el año 2007. La clausura se desarrolló por orden del intendente Daniel Orozco y a manos de la policía local, con el pretexto de que se encontraba vencido el comodato de tierras que tenía con la cooperativa que daba trabajo a 45 familias. Además, se aplicaron diferentes multas por otros motivos.

En un medio comunitario local, Juan Guzmán, integrante de la cooperativa, declaró que nunca han tenido contacto con la intendencia y que, si bien el comodato duraba cinco años, al no mediar notificación alguna sobre el cese, se entiende que se extendía por cinco años más. De hecho, el cese del comodato se hizo de manera tardía, y, en el mientras tanto, seguían realizándose convenios. Además declaró que “nosotros pensamos que es porque tenemos una habilitación municipal provisoria, el comodato por el terreno es lo único que ha dado la municipalidad de Las Heras”.

La clausura de Coreme se da en forma irregular, sin avisos previos, sin casi relaciones durante la época de comodato y sin explicaciones a los miembros que desarrollan allí sus actividades, a pesar de que la cooperativa cuenta con contratos y relaciones no solo con el municipio sino con el departamento de Ciudad, la UnCuyo y hoteles y otros privados.

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El gobierno municipal dio en comodato los terrenos, y, sobre ellos, con fondos de la cooperativa, fueron construidas las instalaciones que ahora el municipio reclama también como propias.

La clausura se debe a que el intendente de Las Heras, junto a la empresa alemana Alengo, van a construir una planta de tratamiento de residuos para el 2023, la cual tendrá una inversión total de 110 millones de euros. Así, el interés privado se coloca por encima de los intereses de los trabajadores, y lo del vencimiento del comodato era solo una excusa para dar lugar a este negociado.

Así las cosas, Orozco dejó en la calle a 45 familias de Las Heras, las cuales deben sobrevivir ahora realizando colectas de alimentos y otras actividades. En respuesta al cierre, lxs trabajadores de Coreme vienen realizando manifestaciones y cortes en el departamento en reclamo de la reposición del predio y de la reactivación de las actividades que constituyen su sustento de vida.

Desde el Partido Obrero nos ponemos a completa disposición de la lucha de los recuperadores y exigimos que el municipio levante inmediatamente la clausura sobre la cooperativa.

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