Los trabajadores municipales organizados por ATE tomaron el edificio municipal de la ciudad de Santa Rosa. Los contratados cobran desde 1.000 pesos mensuales y se les debe cuatro meses; los de planta rondan los 4.000 y se les debe octubre y noviembre.

El trabajo en la municipalidad es la base de sustentación de más de la mitad de la población. La crisis vitivinícola golpea fuerte al departamento: cientos de hectáreas de viñedos están siendo abandonadas por sus propietarios, y quedan a merced de los especuladores que se adueñan a precio de remate; lo mismo sucede con las bodegas y secaderos de frutas.

El gobierno del radical Cornejo lo cataloga como “municipio inviable” y sostiene que no puede hacerse cargo del pago porque el intendente Salgado, del FpV, despilfarró los 11 millones mensuales que aportaba la provincia. Por su parte, el intendente reclama que la provincia le debe dinero correspondiente a prestaciones de salud.

En este marco de quiebra y acusaciones mutuas de corrupción entre el FpV y la UCR local, el planteo de los trabajadores es claro: ¡que paguen ya!

Ante la inacción del sindicato municipal, cooptado por el intendente, los compañeros decidieron desde el comienzo del conflicto pasarse en masa a ATE, que ha puesto en pie un cuerpo de delegados y apela al método de la asamblea para resolver las medidas a tomar.

Vamos por el pago de todo lo adeudado y el cumplimiento de todos los reclamos. La crisis la tiene que pagar quienes la generaron no los trabajadores.