El ministro de Hacienda de la provincia de Mendoza, Lisandro Nieri, volvió a declarar que no habrá aumento de sueldo para los estatales este año, que no están dispuestos a discutirlo y que el medio aguinaldo de diciembre se pagará de forma escalonada, al igual que hicieron con el de junio -que muchos todavía no cobraron.

Las declaraciones fueron motivadas por un fallo judicial que ordenó al gobierno provincial a volver a convocar la paritaria, cerrada unilateralmente en marzo. Pero el fallo de la Justicia no aclara que deba discutirse la situación salarial y esto es de lo que se agarra el Ejecutivo.

El vocero oficial asegura que la provincia no tiene recursos y que no va a comprometerse a cosas que no pueda cumplir. La mayoría de los trabajadores estatales rozan niveles de pobreza, al tiempo que el gobierno le garantiza exenciones impositivas, subsidios y contratos millonarios a las grandes empresas como Santa Elena, Mediterránea Clean, Ceosa, entre otras, las cuales, de paso, pagan salarios de hambre a sus empleados y no les garantizan las condiciones mínimas de trabajo frente a la pandemia.

También tiene guardados millones de dólares, transferidos como parte de la deuda de coparticipación que tiene la Nación con Mendoza. Estos supuestamente se usarían para Portezuelo del Viento.

El salario no se negocia. Abajo la tregua

Los salarios estatales están congelados desde enero, mientras la inflación acumulada en el año es del 26%. El medio aguinaldo de junio se postergó y se pagó de forma escalonada, a esto se suma a la pérdida del poder adquisitivo de cuatro años anteriores, donde se firmaron paritarias a la baja.

La bronca, el descontento y la indignación entre los trabajadores es total. Pero también es total la adaptación y cooptación -según el caso- de las conducciones sindicales que han permitido que pase semejante ajuste prácticamente sin resistencia. En algunos casos poniendo la pandemia como excusa y en otros planteando que “la base no da”. Ninguno de los principales sindicatos de Mendoza ha ofrecido un canal de lucha y de organización a los trabajadores.

La base sí da, y lo demuestran semana a semana las y los trabajadores de la salud que van aumentando la contundencia de las medidas frente a cada negativa del gobierno. También lo demostró la comunidad educativa cuando salió masivamente a las calles y logró frenar la modificación privatista de la Ley de Educación.

Preparemos un gran plenario de delegados de base

La “unidad de los trabajadores” no es una abstracción, mucho menos algo que se acuerde en una mesa de café, por Whatsapp o amontonando firmas en un flyer. La unidad se construye en las acciones, en el debate colectivo, en las asambleas de base, en el propio camino de la lucha. La unidad de acción de los trabajadores es un método, un canal, para enfrentar al gobierno y las patronales y conquistar las reivindicaciones.

La Coordinadora Sindical Clasista lanza una campaña para unificar, por la base, a los trabajadores en sus reclamos, con especial énfasis el reclamo de un aumento salarial del 40% de emergencia, el fin de la precarización, la democratización de la Osep (obra social) y la resolución de un plan de lucha.

Impulsamos que todos los luchadores, delegados y referentes nos pronunciemos por la puesta en pie de asambleas que voten pliegos de reclamos y confluyan en un plenario provincial de delegados de base de todos los trabajadores estatales.