Desde las 5 de la mañana de este martes 25 comenzó un paro de trabajadores municipales en el departamento de Guaymallén gobernado por Cambia Mendoza. El paro ha sido contundente y en asambleas del medio día se votó continuar al día siguiente con una movilización posterior. En las mismas se votó unificar un reclamo salarial del 100% al básico en una cuota, en blanco y bonificable, como también el blanqueo de los ítems en negro.

El Intendente Iglesias quien termina su mandato y posiblemente sea Senador Provincial, rechazó los petitorios votados en los galpones municipales, principalmente por trabajadores autoconvocados, que reclamaban como línea general una recomposición de los salarios, el blanqueo de ítems y mejores condiciones laborales.

En Guaymallén un básico de la clase inicial es menor a $23.000 y un salario de bolsillo promedio es de $56.000 lo que deja a la mayoría no solo debajo de la línea de la pobreza sino también de la indigencia.

Esta situación se ha vuelto intolerable y es por eso que al ser rechazado el reclamo por la intendencia los servicios de recolección de residuos, higiene urbana, riego, desmalezado, limpieza de cunetas y barrido de calles, rentas, administración, espacios verdes, etc. decidieron comenzar un paro por tiempo indeterminado.

La Muni de Guaymallen esta de paro
Queremos salario digno
Este ajuste no se banca más. Nadie puede vivir con los salarios que nos paga @MIglesias2019
Debe dejar de darle los recursos a las constructoras y pagar salarios dignos a los que realmente levantan el municipio día a día

— Martin Rodriguez (@MRodriguezGC) April 25, 2023

La burocracia, que no mantenía un pedido de aumento coherente, se subordinó al reclamos de la base, que comenzó por medio de autoconvocatorias, con un proceso de lucha que terminó en los petitorios y luego la huelga.

El conflicto continúa

El conflicto seguirá este miércoles donde los trabajadores impulsarán nuevamente el paro y una asamblea para definir un plan de lucha que conquiste finalmente los reclamos y termine con la política de ajuste y amedrentamiento de Iglesias y compañía.

Este proceso no está aislado, se inscribe en un ascenso de la huelga de judiciales por salario, de los médicos y prestadores del hospital central y los trabajadores precarizados de la Unidad Piquetera.

Quebrar el ajuste salarial de Iglesias es quebrar la principal política del gobierno de Suárez, que continuará con Cornejo.

Hay que buscar la solidaridad de otros sectores, las familias y vecinos del municipio para poder seguir con un plan de lucha sostenido. Para eso el debate en asambleas en los sectores es central. Vamos adelante con los trabajadores municipales.

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