Sindicales

23/2/1989|258

¡Menem ya gobierna en el Sindicato de Sanidad!

West Ocampo, en nombre de FATSA, acaba de firmar el convenio colectivo 104 de la Rama Laboratorios, cuyo artículo 71 merece ser reproducido:

“Art. 71: Antes de adoptar cualquier medida de acción directa, FATSA sus filiales o las delegaciones gremiales internas se obligan a someter las cuestiones que motiva el conflicto a un arbitraje previo. El tribunal arbitral estará compuesto por un letrado propuesto por FAIS (la patronal) otro por FATSA y un tercero sorteado entre los camaristas titulares de la Justicia Nacional del Trabajo. Designado el tribunal, las partes contarán con un plazo de 5 días para exponer sus posiciones de la que se dará vista a la contraparte por 3 días. En el mismo plazo deberán ofrecer la prueba que consideran pertinente. Producida la prueba, las partes tendrán plazo de 3 días para alegar. El tribunal se expedirá en el término de 10 días. La decisión podrá apelarse ante la Justicia laboral. Hasta tanto no resuelva en forma definitiva el conflicto no podrán adoptarse medidas de fuerza.”

Queda claro que para la rama laboratorios de Sanidad queda abolida toda posibilidad de ir a la lucha. Las comisiones internas quedan sin función y pasan a ser sustituidas por la burocracia en la comisión arbitral.

Como recompensa por esto, el artículo 70 del mismo convenio dice que las empresas aportarán a la Federación una suma mensual equivalente a 12 horas del salario básico de los trabajadores, con destino a obras de carácter social, asistencial, etc. Esta coima que recibe West Ocampo por la entregada está estimada en 2 millones de dólares anuales.

Los West, Triacca, Cavalieri y Rodríguez han tomado a Sanidad como laboratorio de prueba para el modelo de “pacto social" de Menem Presidente.

Ahora bien, ante tamaño ataque a la organización gremial, la Directiva de ATSA Buenos Aires, donde ocupa un destacadísimo lugar la Izquierda Unida, se ha chupado el dedo. Parece que confiaron en que los funcionarios radicales del Ministerio de Trabajo, algunos de cuyos correligionarios militan en la misma Directiva, iban a impedir la homologación del convenio. Cuando comprobaron lo errado de este cálculo (y que el Ministerio responde más a los intereses de los monopolios farmacéuticos que a las relaciones de comité), en un plenario de delegados resolvieron formar una comisión para que estudie qué hacer ante la cuestión!

Es evidente la incapacidad para enfrentar la ofensiva sostenida de la derecha burocrática en el gremio. Los cuerpos de delegados deben promover la Asamblea General del gremio para lanzar un plan de lucha por la anulación del Convenio 104, la expulsión de West Ocampo de la paritaria y la expropiación del Antártida bajo control de los trabajadores.