En el contexto de derrumbe de la industria autopartista y de los despidos y suspensiones que tienen su expresión más conocida en la gran lucha de los trabajadores de Lear, en la planta de MB de La Matanza la patronal y la interna burocrática se jactan de que no hay crisis. En las últimas semanas, dos hechos desmienten esta patraña: una serie de despidos “por goteo”, siete en este caso, que ha generado preocupación entre los trabajadores y que no motivó, por parte de la interna, acción alguna.

Otra cosa importante que ocurrió fue la caída de unas máquinas de casi tres toneladas que se trasladan por la superficie aérea de la planta (en lo que va de los últimos meses se cayeron tres), “milagrosamente” sin ocasionar ninguna muerte obrera. La última de ellas cayó literalmente al lado de dos trabajadores.

Esta profunda desidia patronal no tiene precedentes en la planta y lleva a una paralización de la producción; probablemente, se termine apelando a algún “parche” o solución precaria en cuanto a la seguridad.

La interna tampoco actuó en este caso, lo que la convierte en cómplice directo de una política de ajuste criminal de la patronal; evidentemente, su función es hacer pasar todo el ajuste… y en los ratos libres atentar contra locales del Partido Obrero.

Es necesario que se convoque una asamblea general de toda la planta para resolver un plan de lucha que frene los despidos y suspensiones, y exija condiciones de seguridad óptimas y no “parches” que sigan poniendo en riesgo la integridad física de los trabajadores.

Juan Romero