Sindicales

4/12/2008|1066

Metalmecánicas de Córdoba: Intervinieron los trabajadores

La intervención de los trabajadores de Iveco y Volkswagen (VW) cambió el panorama de la lucha obrera en Córdoba.

El martes 25 pasado, la patronal de VW había anunciado 356 despidos de trabajadores contratados y 70 días de suspensión para toda la planta durante 2009. La burocracia del Smata hizo una asamblea el viernes por la mañana para plantear la aceptación de los despidos, alegando que ése era el mal menor y que serviría para preservar los puestos fijos. Propuso además que los trabajadores debían “donar” obligatoriamente seis horas mensuales para pagar un subsidio a los despedidos; o sea, hacerse cargo de una suerte de indemnización. Desde la base de la asamblea nació un fuerte rechazo, lo que obligó a la burocracia a convocar a una movilización para lunes siguiente al Ministerio de Trabajo con abandono de planta por la mañana.

Por su parte, los trabajadores de Iveco (que vienen con suspensiones jueves y viernes) se enteraron por los diarios, el sábado 29, que la patronal había decidido despedir a 42 contratados y decretar una semana entera de suspensiones. Unos 200 trabajadores se autoconvocaron el lunes a la mañana frente a la fábrica. La burocracia trató de mandarlos a la casa: no aceptaron, cortaron la ruta y decidieron ir en caravana a juntarse con los de VW.
Tercer acto, un grupo pequeño de despedidos de la autopartista Gestamp (allí el lunes 24 de noviembre había echado a 226 contratados), que estaba haciendo esfuerzos extraordinarios para mantener una lucha contra los despidos (por los cuales ni siquiera cobran indemnización), también decidió marchar con VW.

Frente al Ministerio de Trabajo se juntaron todos y la presión se hizo sentir.

La burocracia, sin embargo, entró a negociar fábrica por fábrica. Salió a informar que el Ministerio había intimado a la patronal de VW y que al menos hasta el miércoles, cuando habría una nueva audiencia, no se harían efectivos los despidos.

Luego se metió a negociar la situación de Iveco, anunciando una negociación para el martes sobre Gestamp. La presión seguía haciéndose sentir; finalmente, la burocracia informó que se había producido una conciliación obligatoria con los despedidos adentro hasta el 9 de enero (cuando retornan de las vacaciones). El 31 de enero finalizan cientos de contratos; sobre eso no hay planteado nada.

La burocracia pasó de la aceptación de los despidos a una línea de pseudo-resistencia exclusivamente por imposición de las bases. Su orientación es convertir los despidos en suspensiones. El miércoles 3, la burocracia aceptó una propuesta de VW de convertir los despidos en suspensiones hasta el 31 de marzo, aunque VW ofrece pagar 500 pesos mensuales a los suspendidos y el sindicato reclama 1.400. Qué monto se pagará dependerá finalmente de que el Estado nacional acepte poner plata: “La idea es que la provincia va a gestionar fondos ante la Nación para incrementar el monto ofrecido para pagar las suspensiones…” (La Voz online, 3/12). Por esa pugna, la firma del acuerdo se postergó hasta el viernes 5. La burocracia confía en desarmar la oposición a este acuerdo, debido a que VW entra en vacaciones el 15 de diciembre.

Los trabajadores, que ya han visto disminuidos sus ingresos por la caída de las horas extras que hasta hace unos pocos meses se hacían en todas las fábricas, deberían sufrir un nuevo recorte. Pero esta orientación tampoco termina de servir a la patronal, ya que su pretensión es deshacerse de los trabajadores, ir a fondo contra sus conquistas e imponer una mayor flexibilización laboral. La burocracia está pateando la pelota hacia adelante, las plantas entran prácticamente todas en vacaciones el 15 de diciembre.

El cambio de la situación fue dado por la iniciativa de las bases, que sobrepasaron a los cuerpos de delegados y a la burocracia. Esto es lo que hay que aprovechar para incorporar a la luchas a los trabajadores de las autopartistas (incluidas las nucleadas en la UOM) que han sufrido más de 800 despidos; y a los trabajadores de Renault, que han tenido 400.
Las vacaciones abren un paréntesis que deberíamos aprovechar para juntarnos y organizar una campaña para reclamar una asamblea general del Smata para imponer la prohibición de los despidos y suspensiones, el reparto de las horas de trabajo “sin” afectar el salario, la apertura de los libros de las empresas y la expropiación de las principales empresas sin indemnización, para proceder a una reconversión de la industria automotriz.

En Córdoba hay dos CGT y está la CTA. No han abierto la boca. A pesar de que a los despidos de la industria metalmecánica se agregan los del calzado, la construcción, las textiles, las de maquinaria agrícola, de la industria lechera. La CGT y la CTA deben decretar el paro provincial y convocar a un congreso de delegados, electos en asambleas de los lugares de trabajo, para resolver una salida obrera a la crisis.