Sindicales

5/6/1997|542

Metrovías: Un paro fulminante

El miércoles 28, el paro impulsado por los boleteros de la línea A se extendió rápidamente a todas las líneas y talleres (salvo el taller Polvorines, dirigido por la burocracia).


Sólo dos semanas antes, en el último plenario de delegados, la burocracia había bloqueado el lanzamiento de una campaña en defensa de 14 trabajadores de la línea E que tienen una causa penal abierta por haber “impedido el normal desenvolvimiento de un transporte público”durante el paro anterior, del 20 de febrero, también lanzado para frenar despidos. El parazo del miércoles 28 puso las cosas en su lugar.


Con la reincorporación inmediata de la compañera despedida y el compromiso de la patronal de no efectuar ningún descuento por el paro, en Metrovías se ha zanjado claramente el debate sobre cuáles son los métodos más eficaces que tenemos los trabajadores para imponer las reivindicaciones. Con este parazo, no sólo ha salido derrotada la patronal de Metrovías; también ha sido una cachetada al gobierno que intenta ilegalizar los paros de transporte, y ha sido un golpe para la burocracia de la UTA.


Esta victoria ha mostrado claramente que los trabajadores estamos en condiciones de retomar la iniciativa para obligar al gobierno y la patronal a levantar los cargos a los compañeros perseguidos, e imponer el conjunto de las reivindicaciones, basadas en la lucha por reconquistar las 6 horas por turno, la estabilidad laboral y el aumento salarial.