Sindicales
23/12/1987|211
UOM
Miguel entregó el salario
Hay que abrir un gran debate entre los activistas

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El plan de lucha de la UOM, anunciado como el comienzo de la ofensiva “ortodoxa” contra el congelamiento salarial terminó con más pena que gloria. Lorenzo Miguel firmó con las cámaras empresarias un aumento del 25 al 30 % (según las categorías) retroactivo a diciembre y que se cobrará a mediados de enero.
El acuerdo firmado es una nueva frustración para los trabajadores metalúrgicos. No sólo está muy lejos del reclamo original de la UOM (59 % para mantener la diferencia existente entre el salario mínimo y el del peón metalúrgico antes de octubre) sino que cuando se cobre ni siquiera alcanzará a cubrir el desfasaje inflacionario entre octubre y enero. Como resultado del acuerdo se habrá sancionado la confiscación salarial del “rodrigazo” y el retroceso de toda la escala metalúrgica.
Esto sin contar que de las demás reivindicaciones del gremio no se ha dicho una sola palabra, en especial de las suspensiones y despidos que se producen a diario. Los salarlos metalúrgicos vienen siendo reducidos, por la caída de las horas trabajadas.
Este es el resultado de un plan de lucha que fue una verdadera farsa: un plan de lucha burocrático, impotente, desgastante y sin perspectivas.
La ofensiva del sindicalismo ortodoxo, con la que tanto ruido hicieron la prensa y algunos izquierdistas, se ha evaporado: metalúrgicos, bancarios, textiles, UTA, etc. El acuerdo Miguel-Cafiero y el ingreso de los ortodoxos a la conducción del PJ han terminado con la combatividad de la “seis-dos”.
El conjunto de las fracciones de la burocracia sindical está metido hasta las orejas en la “paz social” del hambre, la desocupación y la entrega.
El futuro del movimiento obrero, de sus reclamos y sus luchas está en la organización independiente de la burocracia y los partidos patronales.