Sindicales

21/1/2016|1397

Mil despidos en Quilmes: el cocinero le sube el fuego al ajuste


En el municipio de Quilmes los despidos ya llegan al millar. El lugar donde más trabajadores se vieron afectados es el Centro de Logística, que comenzó su tarea en 2014 luego de la campaña del ex intendente Francisco “Barba” Gutiérrez por la municipalización del servicio de la basura. Los trabajadores de la recolectora Covelia pasaron al municipio y sufrieron la reducción salarial que significó el traspaso del convenio de Camioneros al de municipales. El Centro se fue completando con trabajadores precarizados del Argentina Trabaja. Poco le costó al nuevo intendente, Martiniano Molina (Cambiemos) empezar su embestida de despidos ahí, mientras el rumor de la privatización de la basura se hace cada vez más fuerte.


 


Molina se dice “defensor del medio ambiente” y se pasea por la ciudad encabezando el Quilmes Limpio, programa al que incorporó 90 cooperativistas. Para precarizar trabajadores, las fórmulas de Gutiérrez y Molina no son tan diferentes. El cambio que no es cambio llegó a Quilmes votando a fin de año el mismo aumento de tasas que se votó todos los diciembre en la gestión de Gutiérrez y que el FpV y Walter Queijeiro, del Frente Renovador, aprobaron.


 


Por otro lado, Molina piensa poner en la Subsecretaría de Seguridad (que ahora incluirá el negocio del tránsito y espectáculos públicos) a Carlos Greco, el comisario que era titular de la DDI de Quilmes durante el triple crimen de General Rodríguez y fue puesto por Alejandro Granados en la Superintendencia de Seguridad de zona oeste.


 


La burocracia del Sindicato de Trabajadores Municipales de Quilmes actuó en absoluta complicidad, su silencio fue comprado con la designación de su secretario general, el “Ronco” Raúl Méndez como asesor en la Secretaría Legal y Técnica, los detalles y salario de su cargo se ajustan, por decreto ¡a la misma ley 14656 que Vidal suspendió también por decreto! Para el “Ronco” sí, para los trabajadores no.


El rol de ATE, en manos de la verde Anusate, fue miserable: explicaron en los medios que luchaban por sus 126 despedidos de los que, daban fe, trabajaban. Convocaron a una asamblea de despedidos a la que los trabajadores “podían ir, si querían”, adaptados al discurso de los ñoquis. Luego de la reincorporación de 30 despedidos se llamaron a silencio.


 


Los trabajadores municipales deben enfrentar el ajuste que se manifiesta en miles de despidos y oponerse a pagar la bancarrota que dejó el kirchnerismo y a pagar el ajuste que beneficia sólo a los sojeros y el petróleo.


 


Ningún despido, pase a planta permanente de contratados y cooperativistas, con reconocimiento de la antigüedad y categoría, con listados elaborados bajo la responsabilidad de asambleas de trabajadores en cada lugar. Abajo el decreto negrero de Vidal y su presupuesto de ajuste y endeudamiento.


 


Vamos por plenarios de delegados elegidos en asamblea en cada área del municipio para impulsar un plan de lucha contra los despidos. Que los gremios convoquen a un congreso de delegados de base de estatales para enfrentar los despidos y el ajuste.