De la reunión con las autoridades de la Secretaría Nacional de Educación, dirigida por el secretario de Educación Nacional, Carlos Torrendell, un hombre de la curia y del Consudec (Consejo Superior de Educación Católica), participaron 10 ministros de Educación provinciales, la Ctera y los gremios docentes de la CGT, pero además, por ahora en condición de invitados, también los representantes de las patronales privadas Coordiep, Consudec, CAIEP y Aiepba. El gobierno ratificó la eliminación del Fonid, lo que implica la reducción del salario inicial docente, hoy fijo en 250 mil pesos, no propuso ninguna oferta salarial y le pidió a las provincias que hagan llegar su oferta, para considerarla en una próxima reunión el martes 5 de marzo.

Por esta vía, además de un ajuste histórico, el más alto después de la dictadura genocida, el mecanismo establecido por el gobierno para acordar salarios iniciales deja en la banquina a los gremios docentes. Al igual que en el Consejo del Salario Mínimo, la ausencia de una propuesta de la secretaría de Educación deja en manos de las provincias y ahora también de las patronales privadas. Esta conformación de un nuevo marco legal de discusión del salario mínimo, en el cual los gremios son virtualmente marginados, es uno de los principales puntos del capítulo educativo de la fracasada Ley Ómnibus.

Las burocracias docentes de Ctera y de la CGT le dan tregua a Milei

El día previo a esta “crónica anunciada de una paritaria del ajustazo”, Ctera realizó un paro nacional que discontinuó, a pesar de que declararon a los cuatro vientos que no tenían expectativas en que la reunión con Torrendell del martes 27 solucionara algo. Ese paro tuvo un desarrollo dispar pero importante. Sus límites reposan en la convocatoria tardía y sin preparación 24 horas hábiles antes de su realización, y en la ausencia de una continuidad de la lucha por parte de la burocracia de Ctera. Un amplio sector de la docencia, sin embargo, lo tomó en sus manos, a pesar, incluso, de la carnereada de los gremios docentes de la CGT, que levantaron cualquier medida de fuerza porque caracterizaron la convocatoria oficial también como un “triunfo” sobre el gobierno.

Ante este panorama, los burócratas cegetistas reconocen que “la situación es grave. Tenemos que comunicarles a los docentes que van a cobrar menos por sus cargos. Los sindicatos de la CGT estamos evaluando una medida de fuerza” (Infogremiales, 28/02), que supuestamente anunciarían mañana en una conferencia de prensa, pero que es completamente desconocido cuándo sería, de llegar a concretarse.

Sonia Alesso, por su lado, le aseguró al gobierno que hasta la próxima reunión del 5 de marzo Ctera no va a realizar ninguna acción. Alesso señaló que si el martes no hay acuerdo el plenario de secretarios generales de Ctera discutirá qué hacer.

Tanto para la Ctera como para la CGT, los docentes son de palo, no hay ninguna convocatoria a asambleas para resolver un inmediato plan de lucha para enfrentar esta ofensiva alevosa.

Mientras, los gobernadores siguen desenvolviendo el ajuste educativo, implementando paritarias a la baja en todas las jurisdicciones. En la mayoría de las provincias los gobernadores están anunciando el fin de la jornada extendida y de la quinta hora (un engendro completamente antipedagógico que hemos rechazado) amparándose en falta de recursos y echándole la culpa a Milei, pero negados por completo a solventar las necesidades educativas gravando con impuestos a las grande fortunas y grupos empresarios de sus provincias. La eliminación de la quinta hora trae aparejado otra reducción salarial.

Esta pasividad de la dirección Celeste de Ctera es a pesar de su conocimiento de la envergadura del ataque en curso. En un informe elaborado por la secretaría de Educación cterista y el Instituto Marina Vilte, se señala que si continúa esta política el presupuesto educativo nacional caerá por debajo de su nivel histórico más bajo, que fue el 0,51 % del PBI; que la inflación anual será de un promedio del 310% y pulverizará los salarios y que la reducción del gasto público será no menor al 74%.

Con paritos aislados y palabras no se derrota a Milei. Huelga el 1° de marzo y el 8M y continuidad con paros progresivos

La oposición Multicolor y antiburocrática planteó en Ctera y militó el paro con una perspectiva completamente diferente: huelgas de No Inicio, en todas las provincias y a escala nacional, hasta derrotar la ofensiva de Milei y la política de ajuste de todos los gobernadores.

La justeza de ese rumbo se reflejó en paros contundentes, como en Santa Fe (donde 30.000 docentes rechazaron la oferta del gobierno y la intervención de Amsafé-Rosario y del activismo provincial impuso un plan de lucha local con paros de 48 horas por dos semanas), en Córdoba (donde la UEPC-Capital recuperada movilizó más de 20 mil docentes), en Santa Cruz, en Neuquén (especialmente impulsado por las seccionales opositoras), en Entre Ríos, parcialmente en Buenos Aires (con picos en los Sutebas Multicolores), que son una base para darle la continuidad que requiere la lucha para derrotar efectivamente la ofensiva de Milei.

Hay que dar un giro ya. Exigimos a Ctera la convocatoria a parar este 1° de marzo y el 8M, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, y paros progresivos hasta imponer todos los reclamos.

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