Sindicales

28/5/2020|1595

Mineros de Neuquén: balance de una lucha histórica

Después de 17 días de piquetes y acampes termina una etapa de esta extraordinaria lucha y continúa la batalla por los puestos de trabajo.


Los obreros mineros de Andacollo han conquistado el compromiso de la continuidad de los puestos de trabajo en un fututo pliego licitatorio, donde se deberá respetar la antigüedad de los compañeros. Con esta cláusula, cualquier empresa que retome la explotación deberá incorporar a estos trabajadores. Junto con ello, se estipuló un aporte económico de 50.000 pesos (20.000 por marzo y 30.000 por abril) y luego cuatro cuotas de 30.000 en los próximos meses.


Además, se establece una mesa de negociación y monitoreo en forma quincenal, la cual estará compuesta por la plana mayor de los funcionarios de la provincia y donde los representantes de los mineros podrán estar presentes. Sobre el punto de las causas penales, el acta no hace referencia alguna.


Dicho esto, se trata de un triunfo importante si se tiene en cuenta el contexto y las dificultades que presentó la lucha. Por un lado, la realización de una protesta con acampes, ocupación de la mina, de la municipalidad de Andacollo y cortes de ruta en tiempos de pandemia y de cuarentena. Por otro lado, la fuga y retirada de la patronal derivó que todo lo relacionado con el pago de los salarios y las indemnizaciones se tramitara en la justicia, ya que la empresa se presentó en concurso de acreedores. Por esta vía, la empresa busca eximirse de su responsabilidad y pagar indemnizaciones al 50%. 


Finalmente, ante la brutalidad de los incumplimientos de la patronal, el Estado se vio obligado a proceder a la rescisión del contrato, hecho que significó que la empresa no pagaría los salarios adeudados en lo inmediato. La complicidad del Estado neuquino con la patronal quedó de manifiesto en que Trident no pagó la caución de un millón de dólares en tres años y adeudó el abono del canon. 

La lucha de los compañeros debió soportar el permanente acoso de la Gendarmería Nacional en el piquete de ruta 22 y en sus domicilios, el cerrojo para el ingreso de alimentos en el acampe de ciudad judicial, las amenazas de criminalización por “violar la cuarentena”, soportar fríos y condiciones climáticas intensas. 


La población de Neuquén en general desarrolló una solidaridad enorme, expresada en el acercamiento de alimentos o el apoyo en redes sociales. Y en particular, de los pueblos de Andacollo, Huinganco y de la zona Norte que hicieron su aporte con la experiencia de años y años de atropellos por parte de las patronales con los obreros mineros. Vale recordar, que los obreros que se quedaron en la comuna de Andacollo, mantuvieron la ocupación de las instalaciones de la mina. 


La definición del conflicto


 El temor a una pueblada en Andacollo fue considerada por el gobierno a la hora de ceder, ya que en el mismo día que estaban finalizando las negociaciones, el exintendente de Andacollo, Domingo Colleti, no descartó una revuelta de la comunidad minera.

En este sentido, fue central el papel jugado por las organizaciones de izquierda y sus agrupaciones. Es que, mediante la “multisectorial contra el ajuste y la represión” y el Plenario Sindical Combativo, se acompañó en cada etapa de la lucha. Por ejemplo, el Polo Obrero y ceramistas cortaron la ruta para exigir al gobierno la resolución positiva del conflicto. Fue importante el rol de los legisladores del Frente de Izquierda donde, por ejemplo, Patricia Jure logró aprobar una declaración de la Cámara por los puestos de trabajo. Nuestro partido se jugó con todo al triunfo de esta lucha, estando en cada instancia decisiva. Nuestros compañeros Fede y Tamara fueron secuestrados por la policía provincial por 12 horas por acompañar esta pelea. 


Esta actitud de la izquierda y el clasismo contrastó con el papel lamentable que jugó la dirección de la CTA que no fue capaz de realizar una sola acción concreta para no chocar con el gobierno de Omar Gutiérrez. 


Lo que viene


Ahora, con esta importante victoria, se abre una etapa donde el gobierno buscará desactivar la organización minera y dilatar las soluciones. Por lo tanto, la continuidad de las asambleas y de la organización del colectivo obrero es clave para garantizar los puestos de trabajo. Está planteada más que nunca, una salida por la continuidad estatal de la explotación de la mina, bajo gestión de los trabajadores.