Sindicales

23/3/2006|938

Minifundistas del tabaco están fundidos


Existen todas las evidencias de que los gobiernos nacional y provincial han tomado la decisión de liquidar a los tabacaleros, sin haber implementado un plan de reconversión de cultivos. Por supuesto que los únicos perjudicados serán los pequeños productores (2.500 de un total de 3.300; el 76% de los departamentos Alberdi, La Cocha y Graneros).


 


Cooperativas y gremios, alineados en esta política de entrega de la industria del tabaco, han venido maniobrando para fundir a los pequeños productores, en acuerdos espurios con el gobierno y la Caja Popular de Ahorros de la Provincia (CPA).


 


Estos minifundistas hoy están en riesgo de perderlo todo porque el Banco Nación está a punto de ejecutar los créditos prendarios, hipotecarios y particulares; una ayuda de 2 millones de dólares fue retenida, hace dos años, por el entonces presidente de la Cooperativa, Hansi Sigstad.


 


Los últimos cinco años


 


Una de las pérdidas que tuvo el sector fue el plan de promoción a la industria tabacalera conocido como “Caja verde”, hace cinco años atrás. Fue suplantado por un Plan de Apoyo Crediticio para Productores Tabacaleros; es un fondo con dinero del productor tabacalero.


 


Un grupo de productores que salieron a reclamar con cortes de ruta, consiguieron destapar la olla de la delincuencia el año pasado y destrabar 3 millones de pesos en este concepto, que fueron pagados en tres remesas: 1 millón 200 mil en octubre, 600 mil en noviembre, y otro millón 200 mil en enero de 2005. Pero a los productores llegaron solamente 1 millón 600 mil. Conclusión: se robaron 1 millón 400 mil.


 


También ha sido retirado todo tipo de ayuda para los casos de pérdida por plagas, enfermedades, daños climáticos y otros casos de emergencia económica. Sí hay créditos que van por la CPA, con un 6% de interés, que son entregados en primer lugar a los grandes productores, de modo que cuando le “toca el turno” al resto, el dinero se ha acabado.


 


Otro gran problema, el precio


 


Todas las campañas sucede lo mismo. El precio recién se pasa a discutir en el mes de marzo cuando ya está levantada la cosecha y lista para ser vendida. Esto de por sí provoca pérdidas porque el tabaco estacionado pierde peso y calidad.


 


Para esta campaña se ha fijado — recién la semana pasada — 4,48 pesos por kilo, pero por el tabaco de mejor calidad. Lo que vale es el promedio según la calidad del total de la entrega (hay 12 clases), que para este año se ha fijado en 3 pesos. Pero a estos 3 pesos sólo lo cobran los grandes. Los chicos van a cobrar de 2,40 a 2,50 pesos.


 


Estas acopiadoras tienen todavía una deuda del 30% de tabaco comprado al fiado en 2005, y no han establecido ningún compromiso de pago con montos y fechas documentadas. Así ha pasado ya casi un año en el que vienen haciendo negocios a precio dólar con la plata de los tabacaleros chicos.


 


Como un sector de “autoconvocados” viene usando el método de corte de ruta para hacer sus reclamos, este año han sido puestos en una lista negra y las acopiadoras no les quieren recibir la producción, así como son dejados para el final en la entrega de los créditos.


 


Otros perjuicios


 


Los préstamos y los insumos que entregan las cooperativas — a precio dólar — no llegan en tiempo y en forma a los pequeños productores. También se ha abolido el cupo de recepción.


 


A esto se suma el hecho de que estos minifundistas empobrecidos y en proceso de quiebra no pueden poner sus tractores y carros en las condiciones que exige Transporte para que circulen sobre ruta. Tampoco pueden circular con sus carros tirados por mulas y otras formas de tracción a sangre. Esto lo podemos observar a la vera de la ruta 38, donde los latifundistas han desalambrado sus campos y prácticamente han “tomado” los antiguos caminos paralelos a la ruta y las banquinas. Y esto con el beneplácito de los delegados comunales, a cambio de que los mantengan limpios.


 


Los pequeños productores también se ven perjudicados en sus cultivos por el sistema de desagüe de canales y acequias de riego que han implementado los capitalistas, que se garantizan que sus propiedades no sean anegadas por las lluvias y desaguan en otros minifundios y caminos que se ven transformados en verdaderos ríos en épocas de lluvias.


 


Organizarnos


 


Sólo un sector minoritario de gremios ha adoptado la denominación de “autoconvocados” y ha salido a luchar por fuera de las direcciones entreguistas, adoptando métodos piqueteros. El actual presidente de la UTT, “Pipo” Peluffo, usó los cortes de ruta mientras se hacía campaña. Ahora es enemigo número uno de esta forma de lucha.


 


Estos autoconvocados carecen de un programa y de una dirección legítima.


 


Llamamos a los minifundistas tabacaleros a organizarse desde abajo, en asambleas por zona, a elegir delegados y poner en pie un cuerpo de delegados que sea el vocero de la lucha y el único autorizado a negociar con el gobierno y con las bocas de acopio.


 


• Restitución inmediata de la Caja Verde e implementación de planes de apoyo a la emergencia agropecuaria. Creación de una línea de subsidios para la diversificación de cultivos. Que los fondos pasen a ser controlados por las asambleas de pequeños productores.


 


• Condonación de las deudas bancarias, y que pasen a ser consideradas planes de fomento a la producción tabacalera.


 


Pongamos en pie una agrupación combativa y el objetivo recuperar los gremios y cooperativas que hoy están en manos de los responsables de que representan los intereses de los grandes capitalistas.