Sindicales

17/2/2018

Mitos oficiales sobre el ´presentismo´ docente

Un ataque a la docencia, especialmente a las mujeres trabajadoras.

Ante las nuevas discusiones paritarias docentes, tanto el gobierno nacional como el bonaerense y el porteño han adelantado que van a atar todo aumento salarial al presentismo, introduciendo premios e incentivos al docente que no falte. A pesar de los anuncios, el presentismo ya existe en varias provincias –Mendoza fue la avanzada con la imposición del ´ítem aula´–, conformando una parte importante de un salario que se ve disminuido incluso cuando la ausencia se deba a una enfermedad.


El gobierno hace un enorme aspaviento con el tema al solo fin de aumentar la presión y regimentación. Según datos que ellos mismos aceptan, el ausentismo en todo el país es del 17%, porcentaje que condensa las licencias por enfermedades laborales como problemas osteomusculares progresivos, que se presentan particularmente en nivel inicial, y de cuerdas vocales en primaria y media, asociados a las condiciones edilicias y a la gran cantidad de alumnos por sección, no sólo los días de paro. Comentario aparte merece el  llamado ‘burn out’ (o ´síndrome de cabeza quemada´), que es negado por el gobierno como enfermedad laboral a pesar de ser la base real de la mayoría de las licencias por salud mental que pican en punta (les sigue el cuidado de familiares a cargo que representa el 33% de las licencias). Cuando esgrime el ´presentismo´, el gobierno pretende que docentes que no están en condiciones de salud para estar al frente de un aula lo hagan forzosamente. Con todo, efectivamente, la mayoría de la docencia asiste a trabajar enferma a pesar de todo, como expuso un estudio del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento publicado en Clarín en 2015 (2/7).


Maestras


Pero lo peor de todo este engaño es que el presentismo es ante todo un ataque a las mujeres trabajadoras, que conformamos el 77,7% de la docencia, mujeres que tenemos además la carga del trabajo doméstico no reconocido, el cuidado de familiares y una cada vez mayor responsabilidad de manutención de la familia. En estas condiciones, de doble explotación, no se puede hablar de ausentismo sino de sobrecarga laboral. El ´presentismo´ es también un furibundo ataque a las mujeres madres, ya que se descuentan los días de licencia por embarazo, parto y maternidad (incluida la adopción).


Las trabajadoras docentes somos también las que más sufrimos los problemas psicosociales: hay investigaciones que demuestran que buena parte de los padecimientos mentales que generan ausentismo son causados por violencia de género (1), teniendo que asistir muchas veces a la escuela golpeadas y atemorizadas. Las licencias por violencia de género sólo han sido parcialmente aprobadas y reglamentadas, pero ni siquiera permiten el cambio de destino necesario para que no nos maten. El último recurso siempre es la licencia psiquiátrica, contraproducente toda vez que sirve para que el violento nos haga pasar por locas cuando las denuncias llegan a los tribunales.


Lejos de lo que plantean las autoridades, las docentes cumplimos múltiples tareas, estamos sobrecargadas de trabajo y con nuestra salud en riesgo. Por eso tenemos que exigir:


No al presentismo y toda forma de ataque a los derechos laborales de las mujeres.

Extensión a un año de la licencia paga indistinta por maternidad – paternidad.

Creación de escuelas infantiles con horarios extendidos para nuestros hijos.

Licencia por violencia de género en todo el país con cambio de destino.

Con estas reivindicaciones también tenemos que ganar las calles el 8 de marzo, en el Paro Internacional de Mujeres.


Notas


(1)  Ricci, Silvina (2009). ALGUNAS CONTRIBUCIONES A LA PROBLEMÁTICA DEL AUSENTISMO LABORAL DEL DOCENTE. I Congreso Internacional de Investigación y Práctica Profesional en Psicología XVI Jornadas de Investigación Quinto Encuentro de Investigadores en Psicología del MERCOSUR. Facultad de Psicología – Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires.