Sindicales

3/1/2023

Molino Cañuelas: el Ministerio de Trabajo brilló por su ausencia en la inspección de seguridad e higiene

Los trabajadores también reclaman por una recomposición salarial.

Trabajadores.

Después de haber dictado la semana pasada la conciliación obligatoria, en el conflicto que enfrenta a los trabajadores de la planta de Carlos Spegazzini de Molino Cañuelas con la patronal de la familia Navilli, ningún funcionario de esa repartición participó de la recorrida realizada este lunes 2 por las instalaciones de la fábrica por la comisión interna y la patronal, representada por el gerente de planta, Guido Salmeri, con el fin de constatar el estado de las instalaciones en materia de Seguridad e Higiene.

El propio director de negociación colectiva del sector privado del ministerio provincial, Andrés Flores, declaró la conciliación el jueves 29, a instancias de la patronal y con la oposición de la CI, que consideraba inexistentes las razones para dictarla en tanto los trabajadores estaban dispuestos a volver al trabajo si la patronal abandonaba su intransigencia y se avenía a iniciar inmediatamente conversaciones.

La empresa pretendía que las conversaciones se iniciaran 12 horas después del reinicio de las tareas, para sacar los camiones varados dentro de la empresa, oxigenarse económicamente y negociar desde una posición de fuerza, algo que los trabajadores comprendían perfectamente y por lo que se negaron en sucesivas asambleas a aceptar ese chantaje patronal. Pero lo que no pudo conseguir por si misma la empresa lo consiguió gracias al ministerio con el dictado de la conciliación obligatoria.

La ausencia de hoy termina de confirmar que el interés del ministerio por lograr que se regularicen las condiciones en que trabajan los compañeros de Molino Cañuelas es nulo, y que sólo actúa como una pieza de la estrategia patronal.

Durante la recorrida por la planta, los miembros de la comisión interna constataron algunas mejoras puntuales en las líneas de producción, aunque según declaró a Prensa Obrera Leo Nieves, uno de los integrantes de la CI, “no cambió mucho el panorama, les queda mucho por hacer en lo que se refiere a seguridad e higiene”. Y agregó: “Por supuesto que no hubieran hecho nada sino se hubiese parado la producción cuatro días. Es insuficiente, pero es un avance producto de la lucha de los compañeros”.

Nieves también confirmó que se discutieron plazos que la empresa deberá cumplir para resolver los problemas de seguridad e higiene que subsisten.

Para el miércoles 4 está pautada una nueva reunión, esta vez para discutir los reclamos salariales de los trabajadores, especialmente el bono de $120 mil. El tema no pudo tratarse ayer, pues el ministerio, en otra prueba de su posición propatronal, admitió que la reunión se postergara pues el apoderado de la empresa, Jorge Urdampilleta, debía viajar el fin de semana.

Mientras tanto, la inflación se sigue comiendo el valor del salario que el bono reclamado debería compensar, y que se desvaloriza día a día. Entrados a enero, el “bono de fin de año” ya se ha convertido, en caso de que la empresa acepte ceder, en un “bono de principio de año”.

En síntesis: el faltazo del ministerio a la inspección es otra confirmación, como el propio dictado de la conciliación obligatoria la semana pasada, de que el organismo estatal juega para el equipo millonario de los Navilli.