Los trabajadores de la empresa Molino Minetti acaban de obtener un triunfo sin precedentes en su gremio en materia de precarización laboral. Esta planta se dedica a la producción de harina y derivados, y tiene 300 trabajadores, de los cuales 75 están contratados mediante consultoras, bajo la figura de “contrato eventual”, aunque algunos tienen hasta ocho años de antigüedad.

Luego de un proceso de lucha, con asambleas, por salario y en reclamo de un bono compensatorio -al que se oponía el sindicato (Uoma), que cerró un acuerdo salarial “a la baja”-, la patronal dejó de pagar los aportes previsionales y la obra social, y lo completó con aprietes sistemáticos y la quita de la tarjeta de entrada (despidos) a los contratados.

 

Frente a esto, los trabajadores decidieron ir al paro con el bloqueo del ingreso de la planta y piquetes por la reincorporación de los contratados y su pase a planta y el pago de la totalidad de la deuda con la Anses y las obras sociales. Esta lucha obligó más que nunca a unificar la planta entre contratados y efectivos, viejos y jóvenes, ya que el sindicato rápidamente se ubicó en la vereda de enfrente, junto a la patronal y el Ministerio de Trabajo.

 

La organización y la unidad de la planta, los cortes, las asambleas y un contundente paro de cinco días terminó por conquistar un acuerdo que dispone la reincorporación de todos los compañeros y un plan de efectivización de todos los contratados, como también el pago de aportes. Como dicen los compañeros: ¡un triunfo de la unidad!

 

Los trabajadores tienen en claro que el sindicato está en complicidad con la patronal y con el gobierno. La gran conquista obtenida presenta la necesidad inmediata de recuperar la totalidad del cuerpo de delegados, para garantizar que el triunfo obtenido no sea saboteado y para preparar nuevas conquistas.

 

Por otro lado, a nadie se le escapa en la planta que se abre la posibilidad de que haya nuevos despidos y suspensiones, que se vienen azuzando a pesar de que la empresa tiene ganancias millonarias. También en molineros se abre, con grandes posibilidades de éxito, la tarea de recuperar para los trabajadores su organización gremial. ¡Viva la lucha de los molineros!