Sindicales

4/11/2015|1388

Molinos Minetti marca el camino: paro, piquete y movilización


Hace dos meses, los obreros de Molinos Minetti (Córdoba) obtenían un triunfo histórico al lograr el pase a planta permanente de 70 trabajadores encuadrados como eventuales y el pago de una deuda de 14 meses con las obras sociales y de aportes patronales, y también que no se descontaran los días de huelga.


 


La lucha fue dirigida por los propios trabajadores en asambleas generales de efectivos y contratados. Un fuerte activismo superó en poco tiempo los planteos de la burocracia de la Uoma, así como abrió una nueva etapa en el gremio.


 


Cuando llegó el momento del cumplimiento, la patronal lo hizo parcialmente y, juntamente con el Ministerio de Trabajo provincial, comenzaron una serie de provocaciones para desbaratar los acuerdos. El ministerio nunca obligó al cumplimiento, no impuso las sanciones correspondientes a la patronal y ni siquiera emitió una resolución condenando ese incumplimiento.


Los trabajadores respondieron con el paro total, el piquete y la movilización. La patronal redobló la apuesta y despidió a 15 contratados y 16 efectivos. Los trabajadores se mantuvieron firmes y cuando maduraba la ocupación de la planta, se dictó la conciliación obligatoria con los despedidos adentro y una intimación al cumplimiento inmediato del acuerdo.


 


En un primer momento, la patronal desconoció la conciliación y el ministerio trató de imponérsela a los trabajadores, pero esto fue igualmente rechazado por los trabajadores.


 


Durante los cinco días de paro, la burocracia pretendió de alguna forma reconstruir la poca autoridad que le quedaba poniéndose al frente del conflicto. La Uoma seccional apareció acompañada por la CGT regional y su secretario general, José Pihen, que es también legislador delasotista.


 


Desde el gobierno provincial se direccionó todo el proceso para imponer la derrota a los trabajadores y para revalidar a la burocracia, elemento esencial para descargar la crisis capitalista sobre el pueblo trabajador. Pero fracasó rotundamente. Los trabajadores no sólo triunfaron, sino que además se referenciaron con la izquierda.


 


El Frente de Izquierda hizo de la lucha contra despidos y suspensiones, y los de Minetti en especial, toda una bandera en el proceso electoral.


 


Un proceso similar se da en el cierre de Efacec, donde también se desarrolla una intensa resistencia obrera  (fábrica de tableros eléctricos). Allí, De la Sota metió la Infantería para que los trabajadores no ocuparan la planta. Cuando los metalúrgicos comenzaron a discutir la ocupación, la burocracia de UOM, sin preparación, impulsó una ocupación que duró algunas horas y fue desalojada sin ninguna resistencia de su parte.


 


La lucha de Minetti abre una nueva referencia para el conjunto de los trabajadores cordobeses. La asamblea y la acción directa han garantizado en pocos meses, lo que la burocracia no consiguió en décadas.


 


Está en juego la recuperación de la totalidad de la comisión interna y orientar un proceso antiburocrático en todos los molinos de Córdoba. Los molineros de Minetti marcan el camino de la clase obrera frente a la crisis y el ajuste: asamblea, paro, piquete, movilización, ocupación y recuperación de las organizaciones sindicales para la lucha.